Aunque es cierto que estos animales son sumamente similares para el ojo común, lo cierto es que entre ambas se presentan varias diferencias físicas como el color de piel o la forma del cuerpo.

 

Su comportamiento también suele ser distinto, ya que las ranas deben estar siempre cerca del agua, pero los sapos siempre se encuentran un poco más lejos. Cuando se habla de los saltos,  las ranas pueden saltar más alto que los sapos.

 

Uno de los aspectos que diferencia a la rana y el sapo son sus extremidades sobre todo las de la parte trasera ya que son mucho más largas esta es una de las razones por las cuales pueden saltar con mayor frecuencia. Las de los sapos son más pequeñas pues  suelen arrastrarse cuando se desplazan.

 

Otro rasgo que los distingue es que las ranas tienen las patas palmeada, ya que esto las vuelve más aptas para el agua, mientras que las patas del sapo no tienen almohadillas. La forma de su cuerpo es muy peculiar, pues los sapos son pequeños y rechonchos mientras que las ranas son pequeñas y delgadas.

 

El color es un factor importante, para distinguirlos las ranas presentan un color más claro que los sapos, los últimos tienen una piel verdosa, del verde obscuro al verde oliva. Las ranas necesitan estar cerca del agua para sobrevivir y los sapos pueden pasar mucho tiempo fuera del agua.

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