Tal y como ocurrió el año pasado y derivado de la pandemia por Covid-19, la Diócesis de Tlaxcala tomó la determinación de suspender la tradicional Bajada de la Virgen de Ocotlán a la ciudad de Tlaxcala.
En este sentido y a través de un comunicado, el obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, recordó que el tercer lunes de mayo, la imagen de la Virgen de Ocotlán «baja» a la ciudad de Tlaxcala, y en ella a toda la Diócesis, sin embargo, este año no será así.
“Este año, al igual que el pasado, con motivo de la emergencia sanitaria que padecemos no se realizará la «Bajada de la Virgen. Asimismo, se suspenderán procesiones y peregrinaciones a fin de cuidar la vida y la salud de las personas”.
No obstante, el obispo por Tlaxcala refirió que el espíritu de la «Bajada de la Virgen permanece. Nuestra súplica filial se intensificará, al pedir que «vuelva a nosotros sus ojos misericordiosos». La «Salve» será la oración de la familia”.
Recordó que la Virgen de Ocotlán, en 1541, libró al pueblo de una epidemia que afligía a la región, mostrando al sencillo Juan Diego Bernardino, de Xiloxoxtla, una fuente sanadora para que llenara su cántaro de agua y la llevara a los enfermos de su comunidad.
“Esta es nuestra misión: como Juan Diego, llenar nuestro cántaro con el agua del amor y de la intercesión de María para que, en este tiempo de emergencia sanitaria, los enfermos, los que sufren o pasan alguna adversidad beban el agua de la esperanza, de la cercanía, del servicio”.
Los antepasados tlaxcaltecas antepasados, en 1775, solemnemente proclamaron y juraron Patrona de Tlaxcala a la Virgen de Ocotlán y le encomendaron a nuestro pueblo.
Así pues, el próximo domingo 16 de mayo, fiesta de la Ascensión del Señor, a las 10 de la mañana, a través de las plataformas digitales de la Diócesis, realizarán la renovación del Patronato.
Pondrán también en el hueco de las manos de Nuestra Señora a la Diócesis y al mundo entero, en especial a las familias con motivo del año dedicado a ellas, y pediremos por el fin de la pandemia.
Las celebraciones en la Basílica, durante el mes de mayo, serán presenciales en el atrio, al 30 por ciento de su capacidad.