La composta es uno de los instrumentos más sencillos que se pueden ocupar cuando se trata de hacer pequeños cambios que tengan un amplio impacto dentro del medio ambiente, sin suponer un gran trabajo para quien busque elaborarla.
Se conoce como composta al suelo que surge del proceso de descomponer material orgánico y convertirlo en un producto rico en nutrientes que ayuda a las plantas a crecer de una forma más sana.
Existen varios tipos de composta: la composta seca, la húmeda, la que contiene excrementos de animales como caballos o vacas y la que es caliente, cada uno de los tipos se prepara de forma diferente, pero todas se forman por la descomposición de desechos orgánicos.
Hacer composta nos ayuda a darnos cuenta de todo lo que consumimos y por lo tanto también de la basura que producimos lo cual de forma inconsciente nos hace reducirla y evitar que esta termine en los basureros donde produce gases de efecto invernadero.
¿Qué se necesita para hacer composta?
Lo primero que se debe hacer es conseguir un contenedor que se pueda cerrar y que cuente con algunos agujeros para que la composta respire. Además de un bote de basura separado donde se puedan guardar los desechos orgánicos que se van a ocupar.
Los pasos que debes recordar son:
- Coloca los contenedores de composta a la sombra.
- Siempre debes tener algún tipo de cubierta sobre la composta
- Coloca una cama de paja u otros residuos secos de 30 centímetros
- Agrega 15 centímetros de deshechos de comida
- Agrega una capa de 5 a 10 centímetros de estiércol
- Repite las capas en el mismo orden
- Evita que la composta se seque, puedes agregar papel o cartón mojado.
- Voltea la composta a los 15 días y luego cada semana, cuidando que la temperatura se mantenga entre 50 y 60 grados
- Debes mantener un equilibro entre los materiales verdes (frutas, vegetales, restos de café y cáscaras de huevo) y los cafés (hojas secas, madera, cartón, papel)
- Cuando esté lista, puedes guardarla en un costal