La gastronomía sustentable es un termino establecido por la Organización de las Naciones Unidas, buscando que se promueva el consumo de alimentos naturales y con el menor impacto  posible dentro del medio ambiente.

Para cumplir con este objetivo es necesario adoptar mejores técnicas en la producción de alimentos a la vez que de manera individual cada persona busque mejorar sus hábitos de consumo, teniendo presente de donde vienen los productos alimenticios y que se hizo para lograr que lleguen a la mesa del público en general.

El hecho de generar conciencia al respecto tiene una mayor relevancia cuando se toma  en cuenta que la globalización de la industria alimentaria impulsa con una facilidad alarmante el consumo de productos que provienen de una gran cantidad de países y en los que en consecuencia se consumen muchos recursos para que lleguen a su destino.

Lo anterior resalta la importancia del consumo de alimentos que se produzcan localmente y preferentemente de temporada, lo cual en cierto modo ayuda a la región dando un valor cultural a sus  tradiciones gastronómicas preservándolas entre los  residentes de la comunidad.

Otro punto trascendente en la gastronomía sustentable es evitar el desperdicio de alimentos, esto se logra con dos hábitos muy importantes el primero es cocinar los productos antes de que se echen a perder y el segundo reutilizar las “sobras” para hacer nuevas recetas con ellas.

En nuestro país el desperdicio de alimentos es alarmante se estima que 20.4 millones de toneladas de comida son desechadas cada año, dando un promedio de casi 158 kilos por persona. Este desperdicio  anual tiene una huella ambiental enorme, pues es la responsable de generar 36 millones de toneladas de dióxido de carbono.

Pero las consecuencias no terminan , ya que la cantidad de agua que se utiliza para producir alimentos que después terminan en la basura es de 40,000 mil millones de metros cúbicos, cantidad suficiente para el consumo de todos los habitantes del país por 2 años.