Primera parte

Las cárceles, representan el fracaso del sistema de economía,

de justicia y, las religiones dividiendo

a los hombres en buenos y malos:

los que construyen

y los que destruyen dentro de un anticipado infierno

de pobres creados por las elites para pecar

con la pobreza impuesta. Amen…

NOTA: la única ruta histórica de las clases medias es liberarse a si mismas

aliadas con los de abajo… porque

con las mentiras y promesas de las elites locales y transnacionales

no lo han logrado durante 200 años quienes: han concentrado mas la producción, el comercio,

y la riqueza con el poder de los sobornos…

Pablo Hughes Reyes (Uruguay 1946)

LAS ELITES SON RACISTAS Y ATACAN POR ODIO O MIEDO

desde el anonimato dentro del “reino” refugiando su cobardía y avaricia

los llamados hombres “invisibles”

prostituyendo el humanismo exprimiendo trabajadores, estorbando impunemente

el conocimiento social y la justicia (porque el poder quiere “todo”

a través del imposible absoluto de la corrupción…).

Por lo anterior:

No cleptocracia. No mediocridad. No nepotismo.

No sumisión. Ni exclusión.

Hermanos, no pereza, disminuir el miedo y asociarse los libertarios…!

Centro de Estudios Eduardo Galeano.

Ciencia es independencia para la democracia en la historia, educación y economía”.

 

  1. FELIPE CALDERON, EN PROBLEMAS…

“Tú eres ladrón porque te robaste la Presidencia… No te hagas… estás embarrado con el narcotráfico… Si tomas no tuitees… (Rubén Moreira a Felipe Calderón; @galvanochoa).

 

YA VIENE UN IMPUESTO 15% GLOBAL A LAS GRANDES EMPRESAS, a propuesta de las mismas elites para proteger sus capitales y sobrevivencia…” Hughes.

  1. NO, NO ERES CLASE MEDIA…

Muchos mexicanos creen ser clase media. La mayoría se equivoca. El malentendido impide solucionar los problemas del país y perpetúa políticas que solo benefician a las élites (Viri Rios; analista de política mexicana y doctora en Gobierno por la Universidad de Harvard, con comentarios de P. Hughes).

Creen ser clase media pero no es así. El 61% de la población se identifica como tal pero solo el 12%lo es. La mitad del país vive un serio error sobre su nivel de ingreso, confusión que comparten ricos y pobres por igual (autoprotegiéndose de opulencia o pobreza; Hughes).

Urge que el mexicano promedio deje de auto-engañarse sobre su nivel de vida. La realidad es que el 84% de la población no tiene seguridad laboral o un sueldo que les permita satisfacer las necesidades de su familia, pero lo niega. Negar la realidad le impide tener demandas políticas concretas.

El mexicano promedio debe diagnosticar verdaderamente sus carencias para saber qué reformas exigir a las autoridades. Es momento de empezar a hacerlo para fortalecerse. Sin embargo, en México nadie parece ser muy honesto con su propio diagnóstico. Los ricos “piensan” que son clase media (para encubrir la desigualdad; Hughes). Los estudios de Alice Krozer han mostrado que entre el 1 por ciento más rico del país, dos terceras partes “dicen ser clase media”.

El mito de todos-somos-clase-media se repite en todo nivel de ingreso: mexicanos que ganan $120,000 pesos mensuales, por ejemplo, creen que tienen un sueldo “promedio” cuando en realidad ganan más que el 90% del país.

Lo mismo sucede entre los más pobres. Considerando que el 61% “cree” ser clase media cuando existen al menos 43 millones de mexicanos que viven en condición de pobreza moderada pero que “creen” que son clase media. No lo son, porque para ser clase media baja necesitarían ganar $64,000 pesos mensuales para una familia de cuatro integrantes, un nivel salarial que solo gana el 10 por ciento más rico de México.

No basta dejar de ser pobre para ser clase-mediero. De hecho, hay 37 millones de personas que técnicamente “no son pobres” y tienen carencias de acceso a la salud, seguridad social o educación.             Esto se debe a que la línea de pobreza del gobierno mexicano es demasiado baja. El CONEVAL calcula que con $3,200 pesos mensuales una persona puede satisfacer todas sus necesidades, algo lejano de la realidad.

Para ser clase media, de acuerdo con el Índice de Desarrollo Social de Evalúacion de Ciudad de México, se necesita tener ingresos suficientes para satisfacer necesidades de educación, salud, servicios sanitarios, drenaje, teléfono, seguridad social, electricidad, combustible, bienes durables básicos y no trabajar más de 48 horas a la semana. En promedio, la clase media en México logra esto “ganando” en promedio $16,000 pesos por persona???

El gobierno federal no debe enfocarse exclusivamente en eliminar la pobreza sino que debe convertirse en un apoyo profundo para ampliar la clase media. Es acertado que la agenda de López Obrador sea disminuir la pobreza como primer paso.

HAITI. CON EL ASESINATO DEL PRESIDENTE (nación en el abandono surgida como refugio de esclavos durante la invasión de Castilla/España 1519), los EUA buscaran establecer el control y bases militares contra gobiernos de América Latina (Hughes).

MÁS IMPUESTOS A LOS RICOS, NO A LA CLASE MEDIA (Viri Ríos/ The New York Times; con comentarios de Pablo Hughes).

VR, Las grandes empresas: no pagar o pagar menos impuestos que las pequeñas empresas, es la distorsión global que permite a las elites financieras intervenir no solo en la toma de decisiones de la economía, sino que hoy, quieren también el poder político (MX: Oxxo, Tec-Monterrey, Claudio-ONGs-EUA y otros ocultos poderes…).

El éxito de las grandes empresas es que los estratos mayoritarios pagan el grueso de los impuestos y que, pagan salarios insuficientes incitando por un lado, a altos niveles de consumo para elevar su “estatus social” y por el otro lado manipulando dizque el “éxito y la felicidad consumista”, llevando a las familias al endeudamiento (Hughes).

Alrededor del 42 por ciento de los impuestos recaudados en México provienen de los estratos medios de ingreso (entre los 62 millones de contribuyentes).

Esto se debe a que existen varios impuestos en que las personas de clase media pagan más que los ricos que ganan en promedio $190,000 pesos o más al mes. El ejemplo más obvio es el impuesto al valor agregado (IVA), el segundo gravamen más grande de México. Las clases medias pagan en promedio el 7.2% de su ingreso en IVA, mientras que con ingresos muy altos la clase alta solo el 6.8%.

El caso de la seguridad social es particularmente grave. Los estratos medios no solo pagan la mayoría de las cuotas, sino que son víctimas de reducciones a sus salarios como resultado de ellas.

El sistema fiscal mexicano es injusto con la clase media. Y, sin embargo, no hay intentos de los propios afectados para pedir una reforma más equitativa (por ignorancia, pereza y miedo; Hughes).

Muchas veces parece que las clases medias son víctimas de una especie de “síndrome de Estocolmo”: operando políticamente como si pertenecieran a los sectores ricos —y defienden que los impuestos no suban para nadie, aún, si un incremento de impuestos para los más ricos podría beneficiarlos a ellos.

Dos mitos fiscales que la clase media se ha creído.

El primero es que el Estado mexicano despilfarra y que, por ello, no darle más recursos hasta que aprenda a gastar bien (durante 1982-2018 fue una realidad la corrupción y enajenación de la economía nacional).

El Tren Maya y la refinería de Dos Bocas se ven como ejemplos icónicos de este “despilfarro” (Viri Rios) y razones para no darle más dinero al gobierno (Hughes: enfoque erróneo de V. Rios; la soberanía energética y fomentar el desarrollo del sur de México, no es despilfarro).

La realidad es que el dinero gubernamental no alcanza: se paga por deuda (2006-2018) 1/6 del presupuesto nacional (Hughes). México es fiscalmente un Estado anémico y, mas grave aun por la condonación de impuestos y créditos fiscales en ambientes de corrupción otorgándose beneficios las inter-elites empresarial-política (1982-2918).

El Tren Maya y la refinería Dos Bocas, cuestan el 1.01% del presupuesto anual actual del gobierno mexicano y, la deuda contraída (fobaproa y otros) 1994-2006-2018 cuesta 14% anualmente desde 1994 (Hughes).

Pero, el gasto mayor del gobierno mexicano, son las prestaciones y seguridad social de los trabajadores formales, que se llevan aproximadamente el 23% del presupuesto anual; casi igual a la deuda gubernamental (1994-2018).

El Estado mexicano (1982-2018) no es un niño privilegiado que malgasta su dinero en frivolidades, sino un niño anémico que no puede desarrollarse bien, y que ocasionalmente comete el error de querer comer sanamente (contra una de las exitosas leyes del sistema financiero internacional de endeudar y corromper gobiernos).

Y Sin recursos, el Estado recauda poco (además: condonación de impuestos 1982-2018), lo gasta mal (corrupción en complicidad con el poder judicial) y el resultado es el subdesarrollo con deuda alta (corrupción gobiernos/entidades financieras) y sistemas educativos que no generan ciencia, valores ni competitividad global (Hughes).

Los estados y municipios ofrecen salarios bajos y los entes fiscalizadores no tienen recursos para auditar la corrupción para no crear ingobernabilidad por tanta basura en cada gobierno.

Decirle Estado que gaste lo suficiente para salir del subdesarrollo, es como pedirle a ese niño desnutrido que sea un deportista campeón y de alto rendimiento sin recibir alimentación ni entrenamiento. Y todo este escenario lo ha creado el sistema financiero internacional para endeudar y someter las naciones en la pobreza y baja escolaridad en complicidad con las elites (Hughes)

El segundo mito es que las clases medias creen que México recauda poco porque hay mucho trabajo informal, algo que es falso.

El malentendido se explica por la definición de “informalidad”. En México se considera informal a toda persona que no paga seguridad social, aunque sí pague impuestos. Una persona puede pagar el 52 por ciento de sus ingresos en impuestos y aún así ser clasificado como informal. La realidad es que los últimos datos disponibles muestran que, de un total de 52 millones de personas que trabajaron en 2015, todas pagaron al menos el 5.4% de su ingreso en IVA y, además, el 62% pagó ISR.

Estos malentendidos de clases medias benefician sobre todo a los ricos: les permite seguir pagando pocos impuestos, “protegidos” por una clase media que hace el trabajo de rechazar cualquier intento gubernamental de aumentar los impuestos.

Así, los ricos mexicanos viven en un paraíso: pagan menos impuestos que los ricos de Argentina, Chile, Perú, Uruguay y la República Dominicana. Esto no se debe necesariamente a que las tasas de impuesto sean menores en México sino a que hay múltiples formas de evadir los ultra-ricos el pago de impuestos.

En México, según una investigación que pronto publicaré sobre el tema con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, las personas que ganan, en promedio, entre $22 y $65 millones de pesos al mes pagan la misma tasa fiscal que alguien que gana $23,000 al mes. (Esto se calcula a partir de datos suministrados por el SAT mexicano y ajustados por evasión fiscal).

La falta de recursos gubernamentales hace que la clase media no encuentre espacio en las pocas escuelas y hospitales públicos, y por ello terminan pagando por servicios privados. Y así, la clase media termina subsidiando los ahorros de los más ricos al pagar servicios privados.

Es momento de que la clase media abandere una agenda política que de verdad les beneficie. Esta agenda deberá demandar mayores impuestos a los estratos más altos de ingreso (ejemplo: el predial a las propiedades inmobiliarias de alto valor). Un impuesto a las herencias y los “donativos” mayores de un millón de dólares también podría recaudar una buena cantidad de impuestos si se fiscaliza bien.

El cobro más justo de impuestos debe dar pie a un México donde los más ricos subsidien servicios de calidad para las clases medias y pobres. Para lograrlo, la clase media debe dejar de aliarse con los ricos y comprender que lo que les conviene es demandarles que paguen más. Usted que opina…?

Tlapancalco, Tlx-MX.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here