En los últimos años se ha notado el incremento de mujeres en las filas del ejercito mexicano, fuerzas armadas y las diferentes áreas que pertenecen a la secretaría de la defensa nacional, es bien sabido que esto no es nuevo, puesto que desde el movimiento revolucionario nacieron las “adelitas” como parte de las actividades castrenses de la época.
Como dato histórico, en 1934 se registró a la primera mujer dentro del servicio de afanadora y cuatro años después se fundó la Escuela Militar para Enfermeras del Ejército Mexicano, mismo que seria exclusivo para mujeres hasta el año de 2017, donde se volvería una institución mixta.
Para el 2007, la SEDENA abrió las puertas a aquellas mujeres que buscaran ingresar a los diversos planteles militares que eran exclusivamente para hombres, tales como el Heroico Colegio Militar, Colegio del Aire, Escuela Militar de Ingenieros, Escuela Superior de Guerra, entre otros.
“Existen leyes y reglamentos militares, hombres y mujeres nos ajustamos a lo que marcan y no dependen de algún género, hay adiestramiento constante y permanente sobre diversos temas en materia de derechos humanos, además nos brindan pláticas, imparten cursos y se sensibiliza al personal sobre la importancia de la participación masculina y femenina en la institución” afirmó la subteniente y segundo comandante de pelotón de intendencia del quinto regimiento de caballería motorizado Kenia Alejandra Galván Ruiz.
En la actualidad en la entidad tlaxcalteca de acuerdo a su registro estatal, hay alrededor de 200 mujeres que desempañan diferentes actividades militares, mismas que comenzaron su participación en 2009 en la Escuela Militar de Tiro, situada en el campo militar de Mazaquiahuac ubicado en el municipio de Tlaxco, con la presencia de tres reclutas en el curso básico de combate y con el ingreso de la primera recluta para un curso especializado, quien se convertiría en un tirador selecto en el 2012.
Cabe destacar que desde que se incluyo la participación de la mujer en el ejercito mexicano se adaptaron alojamientos especializados con baños y dormitorios separados, la adaptación de áreas restringidas que eviten algún tipo de acoso y hostigamiento hacia su persona, así como la creación de condiciones y herramientas para que el personal femenino tenga las mismas oportunidades y de crecimiento en los distintos rangos que hay en dicha honorable institución.
Para aquellos casos de acoso la SEDENA es el único organismo que cuanta con un área de derechos humanos para prevenir y denunciar casos de hostigamiento sexual dentro de las instituciones militares, con los que se tienen convenios con el Instituto Nacional de las Mujeres, quienes capacitan al personal para guiar a la víctima en los procesos pertinentes de denuncia.