Jair Torreblanca Patiño

 

Septiembre cerró con polémica en el deporte mexicano. La causa, así de simple, la reducción en las becas que los atletas reciben mes a mes. Un duro golpe para la manutención de las carreras que alistan plan de entrenamiento de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024.

Es bien sabido que los apoyos se entregan basado en un tabulador, no es lo mismo que recibe quien obtiene medalla de oro, plata, bronce, queda entre los mejores 10, 20. Después de lo acontecido en Tokio 2020 donde solo se obtuvieron cuatro preseas de bronce, suena ilógico que los recursos se mantuvieran igual.

Llegar a Juegos Olímpicos, no fue fácil para los atletas, la Pandemia por Covid-19, modificó todo. Desde los entrenamientos, selectivos y competencias de fogueo. Basado en este panorama era complicado augurar buenos resultados debido a que cada atleta vivió de manera diferente la contingencia, algunos sufrieron contagio, otros vieron cerrados sus centros de entrenamientos y otros más no pudieron asistir a chequeos debido a las restricciones imperantes en diversos países. Esta situación la vivieron todos los atletas del mundo.

Basado en ello era lógico que muchos de ellos tendrían complicado su participación de forma ideal por las diversas visicitudes que encontraron durante este proceso de preparación. Ante esto la Conade, hizo firmar una carta compromiso en el cual los firmantes se comprometieron a estar entre los mejores, esto no sucedió así. Porque si bien es cierto hubo cuartos lugares que rasguñaron medalla, hubo atletas que estuvieron muy lejos de las expectativas marcadas.

A lo largo de la semana, se conocieron diversas quejas, en las cuales hablan de ver trastocado sus garantías, debido a que si bien hubo carta, esperaban que la autoridad se mostrará más complaciente, no fuera tan estricta y mantuviera los recursos por el motivo de no sé un ciclo competitivo normal, debido a la emergencia sanitaria. Hoy estos recortes van desde un 30% hasta un 80%.

Es un duro golpe, si, porque el tema del alto rendimiento es complicado al requerirse un presupuesto que nunca será suficiente debido a las constantes erogaciones de recursos económicos por diversos conceptos, que van desde el llevar una dieta, suplementos y todo un equipo multidisciplinario consistente en un fisiatra, médico, psicólogo que cuidan de manera personal el camino de todo atleta. Porque recordar que estar en este rubro habla de dedicar al deporte de tiempo completo, solo así se logran resultados.

Es impensable que los dineros otorgados, sirvan para una vida holgada. Sobre todo ahora que los apoyos como el Fodepar, han desaparecido y pese a anunciarse que se otorgarán estímulos, por el otro lado se les castiga con una reducción. Sin duda es ilógico pensar en este doble discurso, por un lado enarbolar el esfuerzo que cada uno de ellos realiza para llegar a representar un país y por el otro mantenerlos en vilo por ver qué el soporte se este esfuerzo se tambalean.

Bajo reglas claras, no tiene que haber inconformidades, pero si bajo el pretexto de ahorrar, se descuidan procesos de preparación y con tal de reducir la carga presupuestaria, no se cumple con lo solicitado, vaya que los discursos quedan entre dicho. Con la palabra se apapacha, pero con la realidad se castiga. Es lógico que basado en el tiempo que se vive, existan treguas, porque el tiempo para los Olímpicos Franceses se acorta a tres años y es donde se requiere priorizar que no haya error en la planeación, y exista el soporte económico para lo que se requerirá, es cierto hay atletas que por la trascendencia, tienen ingresos extras por patrocinios.

Pero también hay una realidad, no se debe de perder de vista que cada recurso destinado a un becario debe depender de sus resultados, es una inversión que se debe de mostrar en buenos resultados, que es estar entre las medallas, el top o quizás entre los primeros 20. Es difícil relegar a quienes se quedaron fuera de una final o estuvieron por debajo de un rendimiento ideal, pero en ese tema los números son fríos y hablan quizás sin corazón, de cómo llegaron a la meta final.

Por lo pronto el tema seguirá retumbando en los siguientes días, más voces se sumarán a las inconformidades y quizás nunca entendamos los motivos que se tiene para quitar y dar más a quien lo merece, como en este caso los medallistas tendrán en su beca, al estar entre los mejores tres del mundo. Un justo incremento que es el incentivo al esfuerzo puesto que los llevó a lograr la meta establecida.

¿En Tlaxcala?
En la entidad el tema de la entrega de becas y estímulos también ha estado en polémica. En el 2000 con el fin de mostrar músculo en este rubro, se entregaron más de una centena. Hubo un presupuesto acotado, que ocasiono que si bien es cierto se premiara a medallistas, también se abrió un rubro de prospectos deportivos basada en la creencia de que un sexto, quinto o cuarto lugar en año próximo sería medallista. Esta apertura en número de beneficiarios, género que hubiera deportistas que tuvieran una beca de 300, 400 pesos.

Sin duda, de impacto mediático era anunciar el beneficio de 130 ó 140 atletas, pero bajo una realidad de otorgar recursos irrisorios que en nada beneficiaban a quienes se les otorgaba. Con esto queda demostrado que más vale entregar recursos a quien lo merece como los ganadores de competencia o que se encuentran en el top tres y así incentivar a ganar una beca bien remunerada a quienes son prospectos deportivos y no obtener centavos con el único fin de creer que se es justo al premiar al mayor número posible. ¿O no?

Comentarios para esta columna sin beca al correo detriunfosyfracasos@hotmail.com

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