Edgar Hugo Martínez Betansos, es Médico Militar que labora en el primer regimiento de arma blindada de la 23 Zona Militar en Tlaxcala y en este su día, relató parte de su experiencia a lo largo de su vida en la milicia.

Actualmente, el mayor médico Edgar Martínez es comandante del agrupamiento de sanidad de la 23 Zona Militar en Tlaxcala, sin embargo, su historia se remonta a septiembre de 1999, fecha en la que ingresó al Heroico Colegio Militar.

Posterior a los tres años de adestramiento y preparación, así como el tiempo reglamentario de servicio Martínez Betansos emprendió una nueva evaluación en 2013 para convertirse en médico militar, año en el que ingresó a la carrera militarizada.

“En un inicio ingresé al Ejército porque mi papá es militar y mi familia ya tenía esta línea, de pequeño siempre viví en unidades militares, sabía de esta vida y a pesar de que me dieron opciones de cursar carreras por el medio civil, pues fue mi interés el medio militar”.

Como parte de su trayectoria y experiencias como profesional de la salud, el mayor médico recordó que pese a su formación castrense debe contar con una alta sensibilidad y sentido humanitario, ya que en sus manos se juega la vida de las personas, ya sean civiles o compañeros de la milicia.

“Se hacen a veces las actividades lo mejor que se puede, pero hay padecimientos que por su evolución, gravedad no es posible hacer más con pacientes críticos, en Tlaxcala no me han tocado casos de atención graves pero a nivel hospitalario en otros estados, me ha marcado mucho el no poder hace más por un paciente grave”.

Pese a que asegura tratar de que no le afecten las pérdidas, es inevitable, refirió, que esto les marque, afecte y deje huella en su vida como médico y militar preparado para salvar vidas ya sea en combate o mediante la aplicación de sus conocimientos médicos.

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