Por: Víctor Gálvez

Como parte de nuestra vida diaria tenemos y llevamos a cabo ciertos hábitos que nos acompañan en nuestro andar en cada actividad que realizamos y que muchas veces; parecen ser “hábitos necesarios”.  Algunos ejemplos de estos hábitos son el comprar un café diario, la propina del “viene, viene”, comer en la calle, comprar un cigarro y un sinfín de casos.

Todo lo antes mencionado se refiere precisamente a los “gastos hormiga”, que son pequeños consumos diarios que realizamos casi sin darnos cuenta y que nos dan la impresión de no afectar nuestras finanzas personales, pero en un largo plazo, pueden tener una repercusión económica importante

Voy a poner un ejemplo muy práctico de estos gastos hormiga en un día de trabajo normal: café de la mañana: $20. Sándwich y jugo a medio día porque ya tengo hambre: $35. Agua embotellada porque necesito hidratarme: $18. Otro café porque ya estoy estresado: $20. Mi refresco después de la comida: $12. Cigarrito para finalizar el día: $5. Para este caso, la persona que gastó en todos estos artículos, consumió la cantidad de $110 en un solo día, que, multiplicado por 30 días a la semana, nos arroja la impactante cantidad de $3,300 que pudimos haber evitado gastar, o bien, nos hubieran funcionado perfectamente como un importante ahorro.

Pero; ¿cómo identifico estos gastos hormiga? Para identificar este tipo de gastos, te recomiendo hacer un registro de todo lo que compras a diario, al finalizar la semana podrás localizar estos gastos que se repiten día con día y que pueden ser considerados gastos hormiga. Para esto usa una libreta o una hoja de Excel o algún tipo de registro que sea cómodo para ti.

Con esto no quiero decirte que dejes de gastar en estas cosas que te gustan, simplemente podrías reducir la frecuencia con que lo haces o buscar alternativas más económicas que te permitan destinar este dinero a otro tipo de cosas (a ahorrar, por ejemplo). En el caso de comprar agua embotellada, la opción puede ser llevar tu botella de agua previamente llena del garrafón de tu casa. No estás cambiando el hábito de tomar agua, solamente estás cambiando la forma de gastar tu dinero.

La siguiente semana no se pierdas de más consejos acerca de “malos hábitos financieros”.

Y por último quiero que recuerdes que no importa dónde y cómo te encuentres hoy, siempre es buen momento para comenzar con finanzas saludables…

vgalvezher@gmail.com

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