El 31 de diciembre inician los preparativos para las fiestas de Año Nuevo como la víspera del año que inicia. Esta celebración es variable de acuerdo con el tipo de calendario, cultura e incluso, religión. La festividad más común es la del 1 de enero en el calendario gregoriano, que fue instaurado por el papa Gregorio XIII en 1582, y que es utilizado en la mayoría de los países. Por causa de esta fecha, el 1 de enero es día festivo en casi todo el mundo, aunque en países como China y en algunas religiones, se celebra otros días del año.
En el calendario romano el año comenzaba el primer día del mes de marzo. Sin embargo, en el mes de enero era cuando los cónsules de la Antigua Roma asumían el gobierno, por lo que Julio César en el año 47 a.C., creó el calendario juliano. Los romanos dedicaron el día 1 de enero a Jano, el dios “de las entradas y los comienzos”. El mes de enero recibió nombre en honor al dios Jano, “que tenía dos caras, una que miraba hacia adelante y una que miraba hacia atrás”.
Este calendario se mantuvo, pero se le hicieron algunas modificaciones en tiempos de Marco Antonio en el año 44 a.C., del emperador Augusto César en el año 8 a.C. y finalmente, por el papa Gregorio XIII en 1582. En este calendario el año comienza el día 1 de enero. El calendario gregoriano se ha mantenido en los siglos posteriores, por lo que la celebración se ha caracterizado en seguir con el significado religioso que prevaleció durante la Edad Media.
Como se ha comentado, de acuerdo con la cultura, costumbres tradiciones y religiones, en cada país la celebración del año nuevo tiene varios matices, pero siempre con el mismo fin, iniciar un nuevo año con los mejores deseos. En este sentido, se mencionará cómo se celebra el año nuevo en diferentes países.
En algunos países de Europa como Italia, Irlanda, Dinamarca y Escocia, se celebra de las siguientes maneras. En el mismo orden: En ciudades ubicadas al Sur de Italia como Sicilia y Nápoles lanzan muebles y objetos viejos por la ventana, para despojarse de todo lo negativo que les ha acontecido durante el año viejo y recibir todo lo mejor en el año nuevo. Por su parte en Irlanda se acostumbra a golpear los muros y puertas de las casas con una barra de pan, para atraer la buena suerte y que no falten los alimentos en el año que comienza. Así mismo, se adornan las casas con ramas de muérdago para recibir al nuevo año. Las mujeres solteras colocan una rama debajo de la almohada en la víspera de año nuevo para encontrar pareja.
En lo que se refiere a Dinamarca y Escocia, al finalizar la cena de Noche vieja los daneses acostumbran a romper platos contra la pared en la entrada del hogar como una forma de expresar los mejores deseos a las personas queridas, así como despojarse de malos augurios para recibir al nuevo año. Finalmente, de acuerdo con los ritos antiguos de sus antepasados, los escoceses celebran el año nuevo con la tradición del fuego, conocida como Hogmanay. Portan una antorcha colocando una bola de fuego en el extremo de una cuerda y la ondean al cielo para purificar el espíritu y atraer la luz al año venidero.
Por su parte algunos países de Asía muestran una serie de tradiciones muy características de su cultura. En Japón, de acuerdo con la tradición, los templos acostumbran tañir 108 campanadas que simbolizan los 108 pecados terrenales del ser humano que es necesario eliminar para recibir el nuevo año con el alma purificada. Por otra parte, se encienden inciensos para celebrar y rezan dando tres palmadas. En Filipinas las mujeres acostumbran a vestir ropa con lunares y colocan en un bolsillo monedas que hacen sonar, para atraer la fortuna y buena salud.
En otras culturas como la hindú y la china, el año nuevo hindú, Diwali, se celebra con un ritual denominado Rangoli desde hace más de 5000 años. Se diseñan figuras y dibujos rellenándolas con polvo de diferentes colores y colocando lámparas de aceite para iluminar los dibujos. El nuevo año simboliza la victoria del bien y de la luz sobre el mal y la oscuridad, siendo la ocasión propicia para reconciliarse con los enemigos, limpiar y renovar las casas y orar. En China se llevan a cabo desfiles con figuras emblemáticas de dragones y se iluminan las calles con lámparas y faroles de color rojo, que simboliza la protección y la buena suerte.
En lo que respecta al tema religioso, la celebración del año nuevo en el mundo occidental se rige por el calendario Gregoriano, siendo el 1 de enero el primer día del año. En varias religiones y culturas se celebra con distintos calendarios y tradiciones ceremoniales, en distintos meses del año. Sin embargo, tienen un propósito común, deseando bendiciones y prosperidad para el nuevo año que inicia.
En el cristianismo, la Iglesia católica celebra el año nuevo el 1 de enero, de acuerdo con el calendario gregoriano. La Iglesia ortodoxa celebra el año nuevo mismo día que la Iglesia católica, pero algunas iglesias ortodoxas de Europa del Este, ubicadas en Rusia y Serbia, aún se rigen por el calendario Juliano para celebrar las festividades por año nuevo el día 14 de enero. La Iglesia vetero-católica lo celebra el día 4 de febrero, según el calendario gali-católico. Las Iglesias protestantes celebran el año nuevo el día 1 de enero, a excepción de los Testigos de Jehová, Amish, Menonitas, Shakers, entre otros que no lo celebran.
En el judaísmo el calendario hebrero se inicia en el mes de Tishrei entre los meses de septiembre y octubre, por tratarse de un calendario lunar. El primer día de Tishrei se celebra la festividad de Rosh Hashaná. Según la Torá, el inicio del año comienza en el mes de Nisán, conmemorando la salida de los judíos de Egipto en el Éxodo. Significa un tiempo de reflexión y de despertar espiritual, así como de reunión y reconciliación con seres queridos (familiares y amigos).
Por su parte en el islam el año del calendario musulmán o islámico, denominado Muharram, es lunar y dura 354 días, 355 en años bisiestos. Los musulmanes celebran el año nuevo musulmán o Hégira, cuya festividad coindice con el primer día del año del calendario islámico o Muharram. Marca la migración, Hiyra, del profeta Mahoma, cuando viajó de La Meca a Medina para fundar la primera comunidad musulmana en 622 a.C.
Finalmente, el budismo se rige por el calendario lunar y solar budista. Algunos países budistas como Sri Lanka, Camboya, Birmania, Tailandia y Lao celebran durante 3 días la llegada del nuevo año, con la primera luna llena en abril del calendario gregoriano. Los países de mahāyāna, una de las ramas del budismo, celebran el año nuevo el día de la primera luna llena de enero del calendario gregoriano. En China, Vietnam y Corea se lleva a cabo en el mes de enero o los primeros días de febrero, y en el Tíbet se celebra en marzo.
Con la intención de ofrecer un panorama de cómo se vive y se ha vivido en el mundo la tradicional festividad de fin e inicio de año, se llevó a cabo una búsqueda en diferentes sitios de la internet. Se han encontrado diferencias y similitudes, mismas que marcan el comportamiento del hombre en un espacio y tiempo determinados. Hoy ante la incertidumbre que ha provocado la pandemia, queda terminar el año con la ilusión de siempre. Aún en la distancia y con las bondades de la red, los parabienes y las felicitaciones inundan las redes sociales a la espera de poder abrazar a las personas que están cerca y las que se encuentran en la distancia. Que el año que termina dé el impulso para iniciar el año nuevo con salud.
Por cierto, ¿ya tienes las uvas?
luis_clio@hotmail.com
@LuisVazquezCar