Por: el Psicólogo Carlos Muñoz

Ya he mencionado previamente que no me gusta caer en generalidades, así que considero que está de más hacer la aclaración, sin embargo, y como suele pasar en la mayoría de las situaciones, habrá alguien que se sienta ofendido o simplemente que no le parezca el título de esta tan aclamada columna sobre Salud Mental, así que, para ti que nunca estás conforme con nada, te digo: El título, lo único que busca, es generar algún tipo de impacto que haga que des clic en el enlace y descubras por ti mismo el porqué de su origen.

Nuestro tema de esta semana es Responsabilidad afectiva, y la mejor manera de ilustrarlo, me parece que es realizando una analogía de, qué pasa cuando una mujer está consciente y segura de lo que quiere, y lo expresa sin miedo a lo que piense el hombre, esto hablando de relaciones amorosas, ahora, vamos a realizar otra aclaración, puse el ejemplo de una mujer, ya que gracias a ellas y a su lucha, es que ahora podemos conocer el término que se ha popularizado últimamente y sobre el cual se habla mucho, sin embargo, esto no quiere decir que el término previamente mencionado, sea de uso exclusivo del género femenino, más adelante podremos darnos cuenta que, en materia de RA (responsabilidad afectiva) todos tenemos que participar de manera activa, y con todos, me refiero a relaciones del tipo: casual, formal, matrimonio, noviazgo, relación abierta, relación heterosexual, bisexual, homosexual, y todas aquellas nuevas variantes que incluyan a toda la comunidad LGBTQ+ (ya tú elige cual es tu clasificación) y tener en claro que la RA abarca también nuestras relaciones familiares, laborales y de convivencia social, debido a lo extenso del tema, en esta ocasión me limitaré únicamente a referirme a las relaciones amorosas en cualquiera de sus variantes.

Lo primero que necesitamos conocer es que la RA surge como un mecanismo de combate contra los estereotipos a los cuales fuimos expuestos durante nuestra infancia, con esto tampoco quiero decir que nuestros padres sean culpables de que sigamos perpetuando conductas nocivas, simplemente digo que ellos nos criaron con las herramientas con las que contaban, como un reflejo de la sociedad en la que se desarrollaron, teniendo esto como base, podemos decir que si la sociedad va cambiando, las personas y sus valores, también lo irán haciendo.

Uno de los conceptos con los cuales se busca terminar es con el del “Amor romántico” que no es más que esta idea de una relación que lo tiene que aguantar todo por amor, aunque en el fondo sea una unión de sufrimiento, encontrando situaciones como: malos tratos, violencia, infidelidades, indiferencia, desprecio, desplantes, exceso de control, celos y muchas más conductas nocivas, justificadas de manera errónea como muestras de amor, algo así como: “Lo hago porque te amo” así de ridículo suena, sin embargo el poder identificarlo ha llevado un largo tiempo y el camino no ha sido sencillo.

Otro concepto del cual me gustaría hablar es del “Amor monogámico” aquí no es que tenga la idea de erradicarlo, sino que me gustaría ponerlo sobre la mesa y cuestionar el cómo interpretamos la monogamia, recordemos que nos regimos bajo un sistema social y cultural, mismo que determina y condiciona muchas de nuestras conductas, tal vez en muchos de los casos ni siquiera somos conscientes de porqué hacemos lo que hacemos, se dice que el ser humano es un animal, y que lo único que lo diferencia del resto de los animales es su capacidad de raciocinio (en algunas personas no se nota mucho la diferencia) entonces, podríamos resumir la monogamia como un contrato social en el cual nos comprometemos a tener una sola pareja; contrario a esto, surge el movimiento poliamoroso el cual tiene como base principal que una persona puede amar a dos o mas personas de manera simultánea, teniendo un amor como el principal, y dejando de lado la idea que únicamente se busca a la otra persona con fines sexuales.

Ahora, esto nos lleva al debate de si la promiscuidad es positiva o negativa, e innegablemente tendríamos que regresar a la idea de que los nuevos valores se rigen de acuerdo a la evolución de nuestra sociedad, pero esto será, para otra columna, entonces pensarás, pero Carlos ¿Qué demonios tiene que ver todo esto con la responsabilidad afectiva? Acá es donde iremos entrelazando todo, era importante que abordáramos los conceptos anteriores para que pudiéramos estar en sintonía y entender que para hablar de RA no solamente se trata de buenas intenciones, de ser amigable con las nuevas corrientes ideológicas, o de hacerlo solo por moda.

El cambio surge cuando entendemos que hay que luchar contra lo que tenemos aprendido, para así poder entablar una relación en la que nos podamos sentir plenos, ajá, ¿Y como diablos hago eso? Lo primero que se requiere para sentar las bases de la RA es crear un ambiente en el que nos podamos expresar libremente, lo que se conoce como comunicación asertiva, poner en claro cuales son nuestras expectativas y deseos, crear acuerdos, también tener claros cuales son nuestros límites y qué va a pasar si la otra persona decide no respetarlos, tener consideración al momento de expresarlos, ya que el hecho de que cada quién sea responsable de sus emociones, no da pie a que nos puedan o quieran tratar con la punta del zapato, es necesario generar compromiso con lo que se acuerda, y ser conscientes que nuestras actitudes también tienen consecuencias, recuerda que todo esto es trabajo de dos (o más si hablamos de una relación poliamorosa) intenta hablar de todo esto, previo a que inicies una relación, para así evitar llevarte alguna sorpresa al ilusionarte con una persona que simplemente no busca lo mismo que tú, y si tu caso es que ya te encuentras en medio de una relación, tampoco es tarde para replantear las condiciones, lo importante es que te sientas cómodo o cómoda.

Espero que esta columna te haya servido de guía para poder identificar de manera general algunas situaciones que rodean la RA y así poder evitar malos ratos, en consultorio me encuentro con muchos casos de personas “inocentes” que terminan en terapia por culpa de personas que no supieron lidiar con la apertura por parte de la otra persona al momento de expresar sus deseos al iniciar una relación, todo esto lo escribo con el único fin de ponerte al tanto sobre lo que pasa con tus emociones, así que antes de juzgarme, recuerda que puedo estar equivocado.

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