La disfunción eréctil se asocia con la incapacidad para conseguir la rigidez del pene el tiempo necesario para lograr una relación sexual normal, lo cual puede causar pérdida de la autoestima, frustración y afectar la relación de pareja, explicó el doctor Arquímedes Díaz Parra, coordinador de Salud Pública, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala.
La disfunción eréctil se debe a diferentes causas, pueden ser psicológicas u orgánicas, es decir que se encuentra asociada a factores relacionados con la salud mental, por ejemplo: el miedo a fallar, ansiedad, estrés, tensión, nerviosismo, culpa y depresión; así como a uno o varios problemas médicos de base, o bien por causas mixtas, donde pueden coexistir las orgánicas y psicológicas.
“Entre los factores de riesgo más habituales se encuentran el hábito tabáquico, abuso del alcohol, consumo de drogas, obesidad, automedicación, prescripción de medicamentos para tratar la presión arterial, antihistamínicos, antidepresivos, tranquilizantes, supresores del apetito o medicamentos para la úlcera, infecciones como la prostatitis, falta de ejercicio, descanso inadecuado, estrés y ansiedad provocada por presiones económicas y personales”, informó Díaz Parra.
Explicó que la disfunción eréctil puede presentarse de vez en cuando, sin afectar la vida sexual y puede deberse a causas psicológicas como un momento de estrés o preocupación y no representa una patología; sin embargo, cuando es un problema más frecuente, puede ser un signo de una afección de salud preexistente que necesita tratamiento.
Se recomienda a todos los varones que acudan a un chequeo anual en el módulo de PrevenIMSS y con su médico familiar, así como adoptar estilos de vida saludable y fomentar la cultura de la prevención, porque una revisión temprana o una detección oportuna, puede ayudar a diagnosticar algún padecimiento preexistente, así como determinar sintomatología secundaria derivada de alguna enfermedad crónica degenerativa que ayude a mejorar tu calidad de vida.
“Lo primero es aceptar el problema y considerar que puede deberse a una enfermedad subyacente, también es importante hablarlo con la pareja, efectuar cambios en el estilo de vida e iniciar un tratamiento de ser necesario”, finalizó el coordinador.