Con el paso del tiempo la cultura del trabajo a mejorado de manera significativa, pues se a demostrado que la puesta en marcha de metodologías más agiles y flexibles que prioricen la felicidad de los empleados en conjunto con la promoción de una vida personal balanceada se refleja en un elevado nivel de productividad para las empresas.
Aunque existen diversas dinámicas para aligerar el ambiente laboral día con día lo cierto es que la mejor forma de asegurar la felicidad dentro de una empresa o lugar de trabajo es justamente asegurarse de que el entorno es sano.
Señales de que el ambiente laboral es bueno hay muchas, pero algunas de las más importantes son:
Existe un entorno de apoyo. Esto significa que entre las personas a cargo y los empleados debe existir una relación mutua de solidaridad y preocupación por el otro lo cual con el tiempo fomenta actitudes de respeto y lealtad.
Reconocer logros. Un buen lugar de trabajo tiene objetivos bien definidos, es decir todos los empleados saben que hacen y para que lo hacen, de tal manera que cuando los objetivos se cumplen es posible celebrar el esfuerzo conjunto.
Autonomía. El que cada empleado goce de independencia a pesar de contar con una meta conjunta garantiza que se cuente con un ambiente de confianza motivación e iniciativa.
Aprendizaje y desarrollo. El brindar a un trabajador la oportunidad de capacitarse es una forma de impulsar la productividad y el rendimiento laboral.
Actividades fuera del trabajo. El hacer actividades recreativas fuera del lugar de trabajo fomenta la comunicación e interacciones entre colegas.
Una de las iniciativas que busca fomentar la creación de buenos ambientes laborales es el Día Mundial de la Diversión en el Trabajo con el que se busca defender que el hecho de divertirse y disfrutar de un empleo no es sinónimo de perdida de profesionalismo si no todo lo contrario, por lo que anualmente cada uno de abril se lleva acabo esta conmemoración.