De acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres en el país hasta mayo de 2021 existían 2 millones 576 mil 213 personas afrodescendientes, de los cuales 1 millón 278 mil 596 son hombres y 1 millón 297 mil 617 son mujeres.
En México la población afrodescendiente es reconocida como nuestra tercera raíz cultural, lo que significa que por cada cien personas que residen en el territorio, dos se consideran afrodescendientes por su historia, cultura y tradiciones.
Información del Censo de Población y Vivienda 2020, señala que en todas las entidades federativas del país existe población que se autoreconoce como parte de la comunidad afrodescendiente.
Se estima que el 61 porciento de esta población se concentra en los estados de Guerrero, Veracruz, Oaxaca, Estado de México, CDMX, Jalisco, Puebla y Guanajuato.
Dentro de las personas afrodescendientes que conforman el territorio mexicano participando de las diversas actividades económicas un 53.3 porciento son mujeres.
Alrededor del mundo la mujer afrodescendiente es considerada un sector sumamente vulnerable al ser víctima de delitos relacionados con el sexismo, la discriminación racial, la migración y la violencia.
Tristemente en la actualidad aun persisten todo tipo de practicas discriminatorias hacia la mujer afrodescendiente, sobre todo las basadas en estereotipos o estigmas que suelen hipersexualizarlas al punto de considerarlas un objeto.
Para combatir este tipo de actitudes dentro de la sociedad existen instituciones como la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, que surgieron en 1992 durante el primer congreso en el que se reunieron más de cuatrocientas mujeres latinoamericanas y del Caribe.
Es a raíz de este congreso que se conmemora el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, también conocido como Día de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora cada 25 de julio. Cuyo objetivo es reivindicar los derechos y la dignidad de la mujer perteneciente a esta comunidad