Por Jair Torreblanca Patiño 

La historia se vuelve a repetir. Muertos, lesionados, silencio de los organizadores, las autoridades se lavan las manos y al final el problema sigue. Al otro año, si no hay incidentes el tema de olvida y se cree que se ha solucionado. Así durante años ha persistido la carrera de Carcachas y ya llegó a 50 años.

Del primer recorrido en unidades antiguas, a evolucionar a ingresar autos de 1960, hasta tener autos modificados, uno de los temas que no se ha solucionado es la seguridad. Basta saber que para cambiar de circuito como el camino a Benito Juárez tuvieron que pasar varios años, hasta tener un espacio «especial» para ello como lo ha sido la lista Fidecix.

Claro que se ha mejorado al tener carriles de al menos 15 metros a diferencia de los
4 ó 5 que existían antes. Pero la inversión para un evento que cada año recibe miles de personas atraídas no por la velocidad ni la adrenalina, sino para beber cerveza y tener el morbo de los despistes, lapeados, lesionados y fallecidos. Hoy esto es lo que se vende de un espectáculo motor.

En esta ocasión dos personas fallecidas, por el despiste de una unidad modificada con motor de VW, en una zona donde casualmente había menos aficionados, género estos resultados. No quiero imaginar si la salida del auto se da en una zona de mucha gente, vaya que, los resultados en cifras se irían al doble o triple.

¿Vale la pena mantener un evento así? Los puristas, integrantes del Club Automovilístico Huamantla dirían que si, justificando la afirmación en los años que lleva este evento. Pero al tener una historia cíclica a veces es mejor olvidar la tradición y ver por la seguridad de los que han hecho grande este evento, los propios aficionados.

Los negritos en el arroz son muchos. Decir que se brinda seguridad por el simple hecho de ampliar la lista y dejar «espacio» para que el que acude pueda correr y salvarse, no es seguridad. Ahí pongo limón en la herida, porque para mantenerlo por otros 50 años se necesita una importante inversión que provoque tener este arroyo con una profundidad de 80 centímetros para tener una barrera natural que si detenga la salida de un auto.

En tanto no se tenga un espacio así, seguiremos hablando año con año de cifras rojas, y ver cómo al estilo de Pilatos, el edil municipal de Huamantla, le hecha la culpa a los organizadores y no asume la responsabilidad como autoridad de al menos apoyar a los deudos, como gesto responsable y no de evasivas. Así como lo aprueba el comité de feria que depende del ayuntamiento, así debe darse un respaldo

Porque recordamos que se trata de uno de los tres eventos por lo que Huamantla se ha hecho famosa a nivel nacional e internacional después de la noche que nadie duerme, la huamantlada y carrera de Carcachas. ¿porque. o cuidar este evento? No sabemos el porque, sobre todo porque al ser huamantleco, estás problemáticas se han atestiguado de forma presencia o a través de los medios.

Hoy no basta con poner la leyenda de que «por tratarse de un evento de alto riesgo, el ayuntamiento y el comité organizador, no se hacen responsables por algún accidente» y vaya que lo cumplen cabalmente y al pie de la letra. Por lo menos asuman la responsabilidad después del niño ahogado, porque quieren abrir el pozo, hacerlo atractivo para que la gente lo vea, pero si se cae, dejar la culpa a quien lo hizo y no a quien los provocó.

Después de solucionar el tema de lista, sale a relucir otra elemento de riesgo. Los pilotos aficionados que se suben a una unidad, por el simple gusto de participar en un evento tradicional, sin la mínima preparación, solo con la experiencia que han tenido como choferes, conductores o mecánicos. Porque de la noche a la mañana se vuelven expertos al volante sin ninguna preparación, asesoría o algo que les de mejor preparación. ¿Aquí quien es el responsable?

Ya al menos se trabajo en evitar conductores alcoholizados que se subían a las unidades para tener una catarsis personal y donde se pidan ver en lista piques de rivalidad y que provocaban lapeadas con el fin de quitar del camino al rival. Pero esto es sano, cuando lo que implica el automovilismo es ver la capacidad de manejo de un piloto, apoyado por la potencia de un auto, no para dilucidar viejas rencillas.

Ahí si tiene que haber capacitaciones, cursos a los pilotos para mejorar este aspecto y sepan que hacer o no, cuando se tenga una contingencia de este tipo, ya sea por error humano o mecánico que durante las participaciones se pueda tener. Que si hacemos una suma en 60 años, se ha provocado varias docenas de muertes, sin que haya culpable, bueno si, la propia persona que por su culpa se puso frente al auto y quiso morirse.

Ya es tiempo de asumir la responsabilidad y tener acciones que de verdad hagan tener un espectáculo motor seguro, porque en caso contrario el no querer invertir a un espectáculo primordial de la feria, seguiremos escribiendo alo con año este tipo de lamentos sin darles verdadera soluciones ¿o no?

Comentarios para esta columna que sigue @#$&#@#$# por lo acontecido en las Carcachas al correo detriunfosyfracasos@hotmail.com

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here