Al pensar en el impacto positivo que tiene una sonrisa en la vida, es curioso recapacitar que mientras los niños sonríen unas 400 veces al día, solo un 33 porciento de los adultos lo hace más de 20.

Sonreír es un habito que se considera un sinónimo de la felicidad, ya que se ha comprobado que sonreír libera endorfinas, serotonina y otros analgésicos naturales que produce nuestro cuerpo.

La sonrisa también se asocia con la reducción de hormonas causantes del estrés como cortisol y adrenalina; en consecuencia disminuye la presión arterial y otros malestares por lo cual se le considera un fármaco natural.

Nuestro cuerpo necesita 62 músculos para enojarse y 26 para sonreír, es por eso que se dice que es más fácil sonreír que enojarse.

Se estima que nueve de cada diez mexicanos realiza el gesto de forma totalmente espontánea, a pesar de que uno de cada tres afirma que sonríe menos de lo que le gustaría porque no le gusta el aspecto de su sonrisa.

Muchos estudios han demostrado que la sonrisa es una reacción totalmente normal que refleja placer o entretenimiento sin importar la cultura raíz de las personas. Son consideradas la expresión facial más fácilmente reconocible: la gente puede reconocer una sonrisa desde casi 100 metros de distancia.

En el año de 1999 Harvey Ball creador del icono de la carita feliz, decidió proclamar el Día Mundial de la Sonrisa para el primer viernes de octubre, una fecha pensada para ser feliz y llevar alegría a otros.