Por: Jair Torreblanca Patiño

Tlaxcala ha estado en los ojos del mundo, de acuerdo a los slogan que se han vendido con la llegada de competencias de este carácter. Es una verdad a medias porque los deportes no gozan de popularidad cómo un fútbol, que ahí si el país sede está realmente en la óptica del orbe, aunque el nivel que presentan no se discute. Pero a lo que voy es hablar de que somos farol de la calle pero oscuridad de la casa.

A qué viene esto. Al saber que el principal foro nacional que tiene la entidad es sin duda la feria, que regreso después de dos años de ausencia por pandemia y vaya sorpresa. Porque al ver las convocatorias del IDET, tristemente vemos que la espectacularidad no se tuvo y solo se programan por el simple hecho de tener algo en el programa. ¿Qué contradictorio, no? Porque al revisar la página de Facebook de la dependencia solo se anuncian carreras recreativas que esas en cualquier festejo molero se organizan. ¿O no?

El medio

Cuando lea esto, ya se sabrá quién fue en ganador del medio Maratón denominado Tlaxcallán. Sin ser adivino y guiandome por la lógica el podio lo encabezará un keniano. No será sorpresa, debido a que ellos, han mantenido la hegemonía en toda competencia nacional, debido al alto nivel que presentan, principalmente en competencias donde la premiación es importante.

Basta saber del maratón que se corrió el fin de semana pasado en Tijuana donde los primeros 4 lugares fueron los keniata, por lo que no será extraño ver en podio a un corredor africano. Me dio gusto ver en esa lista a Omar Salvador Pérez que fue el mejor mexicano de la competencia con el honroso quinto lugar, que habla del buen nivel por el que atraviesa el corredor de San Pablo del Monte.

Ahora que hablo de los kenianos, me hizo recordar un tema que ya hace años habíamos tocado, la existencia de un grupo en México de fondistas que han encontrado su modus vivendi a través de las ganancias que obtienen de ganar en cuenta carrera participan. Ellos radican en el Estado de México y se comprueba que no solo es la forma de entrenamiento, que los ha llevado al triunfo, sino el ADN que les da potenciar las cualidades en competencias de fondo.

Con los años, el grupo creció y ahora se dan el lujo de tener atletas para todo tipo eventos, maratón, medio maratón, 10 k. La diferencia es que todos o más bien dicho la mayoría son buenos y ser protagonistas en cada competencia donde se hacen presentes, un hecho que relega a los corredores mexicanos de las bolsas altas que se dan a los primeros lugares.

A diferencia de otros años donde la baraja de talentos en las pruebas de fondo Tlaxcala la tenía. En esta ocasión la caballada esta flaca. Ya no están los corredores que forjaron historia en la categoría elite como Edilberto Méndez, Francisco Bautista o un que dieron gloria al estado. En esta ocasión se adolece de ese talento que ya solo lo vemos con corredores como el caso de los hermanos Salvador que bajo el mando de su papá Juan, buscan ser protagonistas.

Hoy vemos con gusto los regresos de atletas destacados como el caso de Hugo Romero de Tenancingo que en últimas competencias ha estado en podio de primer lugar y que lo regresa a la actividad después de que ya estaba dedicado a dar sus primeros pasos como entrenador. Hoy regresa por sus frutos y lo está haciendo bien, al grado de recordar viejas glorias, pero ahora como corredor máster.

En la rama femenil, el asunto preocupa más, porque después de Karina Pérez, ya no hubo quien tomara su estafeta. El caso de la actual directora del Idet Madaí Pérez Carrillo es tema aparte, porque la forma en qué llevo su carrera, le hizo tener participación más dosificada y no corría cualquier evento, solo los que estuvieran dentro de su programa de preparación. En algún momento vimos correr a la medallista centroamericana Sandra Lopez pero de las nuevas generaciones, estás brillan por su ausencia.

Es ahí donde vemos un gasto innecesario el traer un evento que implica invertir más de medio millón de pesos, cuando la falta de seguimiento ha provocado que actualmente el alto rendimiento, este de capa caída. Es cierto hoy vimos cientos de corredores presentes, pero la mayoría son los conocidos como runners que solo van a las competencias a tomarse la foto y que en nada contribuyen al desarrollo del atletismo de fondo en Tlaxcala. Su aporte es que hacen ejercicio, pero sin un entrenamientos sistemático y al dar masividad a las carreras hacen más redituable el evento al ser consumidores de suvenir y atesorar las medallas.

Antes de terminar

Un tema que se llevó la atención de propios y extraños, después de la publicación que hizo el mismo Idet, de un hecho inédito para el periodismo deportivo estatal. Debido a que por primera vez un colega se volvió viral en redes sociales por haber sido juez en la elección del Premio Nacional del Deporte 2022, me refiero a Giovanni Valdez de la televisora local. Que yo recuerde la Conade nunca se había abierto este proceso a periodistas de la república mexicana y mucho menos que un representante del estado haya formado parte de el, ganador del premio si, con Moisés Beristain en el 2000, pero de ahí que no hay otro antecedente. No tengo el gusto de conocerlo, pero desde estás líneas que ojalá lea, lo felicitamos.

Comentarios para esta columna que no trasciende al correo detriunfosyfracasos@hotmail.com

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