Son cuatro las generaciones que han sido responsables de la ganadería la Trasquila, fundada en 1885 por Víctor Rodríguez Loaiza bisabuelo del actual ganadero Alejo Rodríguez Santiago quien enfatizó que la casa ganadera ha permanecido en armonía mútua y logrado la herencia de padre a hijo.
Alejo Rodríguez Santiago puntualizó que la hacienda originalmente se dedicada al pulque y la crianza de borregos, de ahí el nombre de la trasquila, pues, la palabra proviene de «trasquilar» que hace referencia a cortar lana de un animal.
«Tenía el nombre del Rosario, pero, como estaba dedicada a la crianza de borregos la gente del pueblo le empezó a decir la trasquila, después con el cambio de giro de la ganadería a la crianza de toros bravos se cambio el nombre a la trasquila», indicó el ganadero Alejo Rodríguez.
Al preguntarle sobre las virtudes que caracterizan a los toros de lidia de la Trasquila, el ganadero respondió que la bravura, la fijesa, rijesa y nobleza, elementos que hacen del toro un animal perfecto, puntualizó que un toro criado en la Trasquila es identificado por fuerza y elegancia.
Rodríguez Santiago expuso que los toros de la Trasquila tienen sangre de vacas y sementales de la legendaria ganadería piedras negras, después la casa ganadera adquirió vacas de Jesús Cabrera para que con los empadres se logrará tener a buenos sementales.
El hoy ganadero vivió parte de su vida como rejoneador, oportunidad que le dio tener el orgullo de torear y conocer la sangre brava de un toro, así como centrar sus actividades dirías en hacer un trabajo de campo a temprana hora para conocer el estado físico de las 300 cabezas de animales que actualmente tiene la ganadería dividida en vacas, toros, becerros, etc.
Cabe señalar que los trabajos que realiza al frente de la Trasquila van desde destetar a los becerros, herrar a los animales y de hacer tientas para conocer la calidad del animal de lidia, siendo la tienta una de las etapas más importantes en la crianza de los toros pues ahí se conoce si el resultado del empadre fue el correcto.
Para el ganadero la herencia de la trasquila se centra en que los matadores lidien con animales de la ganadería, la posición de su hierro, sus colores y conseguir orejas después de un buen festejo.