Hoy en la mañana todos los tlaxcaltecas han despertado pensando de una forma u otra en la cena de navidad, pero ¿De dónde surgen los platillos que asociamos con estas fechas?
En un primer momento hay que entender que la conmemoración es una de las muchas consecuencias del proceso de colonización. La primera navidad celebrada en México tuvo lugar en el año de 1528, siendo organizada por Fray Pedro de Gante.
Existen recetas típicas de estas épocas que tienen raíces propias del país como es el caso de los romeritos que se encuentra como ingrediente culinario desde tiempos de los aztecas, solo que en lugar de camarones solían acompañarlos con ahuautles.
Otro distintivo de la cena navideña cuyo principio se atribuye a territorio mexicano es el guajolote y es que aunque en la actualidad es mayormente conocido bajo la denominación de “pavo” el ave es originaria del país.
También existen platillos que a pesar de ser imprescindibles durante esta celebración son consecuencia del choque entre mexicanos y españoles como el bacalao a la vizcaína, pues este pescado fue traído durante la colonia y sazonado de acuerdo a la región.
Con el paso del tiempo la cena navideña traspaso las ideologías religiosas para convertirse en un sinónimo de convivencia y armonía familiar que brinda un espacio reflexivo y amoroso.