Por el Psicólogo Carlos Muñoz
¿Por qué nos ilusionamos siempre con conocer los rituales de fin de año con la esperanza de que solo con hacerlos de manera religiosa nos pueda traer paz y prosperidad en el año venidero?
El problema no es ese apreciable lector, en esta última columna del 2022 lo que menos quiero es que sientas que me estoy burlando de tus creencias o rituales, tal vez lo haría de los pobres intentos por llevarlos a cabo o por la ilusión que se siente cuando creemos que mágicamente todo se acomodará para que nuestra vida de un giro de 360 grados solo por usar un calzón de cierto color, o simplemente por así decretarlo, esperando mágicamente que el universo conspire a tu favor para que puedas alcanzar eso que tanto anhelas, y digo, el que esté libre de culpas que tire la primera piedra, o lo que es lo mismo, en algún momento también creí en muchos de los rituales que aparecen en televisión narrados por aquellos autonombrados “seres de luz” o personas que pueden ver cosas que los demás mortales no podemos (vaya manera en la que nos ven la cara desde tiempos inmemorables), cabe aclarar que entonces tenía como 10 u 11 años, y conforme vas creciendo te vas dando cuenta de que se necesita mucho más que solo salir corriendo en chanclas a darle 2 vueltas a la cuadra con tus maletas en dirección opuesta a las manecillas del reloj y recitando la tabla del 9 de atrás hacia adelante para que puedas viajar mucho el año siguiente, sin embargo, esto no es el punto al que quiero llegar.
Lo que se puede rescatar de todo esto es que, gran parte de los cambios que intentamos realizar en nuestra vida descansan sobre dos pilares importantes, el primero, es la incomodidad que sentimos hacia algo con nosotros mismos y el entorno que nos rodea o la aspiración que tenemos por estar en un lugar que consideramos “mejor” sin tomar en cuenta que esto podría modificar para mal nuestras dinámicas sociales conocidas hasta ahora, pero esto será… para otra columna, y el segundo, es la ilusión que se tiene de que con algo tan “sencillo” (aunque a veces los ingredientes para los rituales son mucho más difíciles de conseguir que la misma bendición del Papa) como lo es inserte aquí el ritual que viene repitiendo año con año, podamos observar de manera casi inmediata cambios significativos en nuestra vida, ignorando con esto todos los patrones de creencias y comportamientos que realizamos, mismos que perpetúan las cosas malas que percibimos hacia nosotros.
Hasta aquí podremos darnos cuenta que no todo es malo, ya tenemos la incomodidad o la ilusión, que es el primer paso y el más importante, ahora solo nos falta perfeccionar el plan y la ejecución, para que estos cambios que tanto anhelamos lleguen, notando así, que todo lo que anteriormente hemos intentado parece no haber dado los resultados que esperamos, de lo contrario no tendríamos que estar leyendo una columna de un Psicólogo que pareciera que está enojado con la vida, el cual nos habla de cosas que evidentemente serán incómodas para lo que consideramos amigable hacia nosotros, y aquí es donde empezaremos a hacer las cosas de manera distinta, esperando así que el resultado también lo sea, aunque debo ser muy honesto, el cambio no será radical de la noche a la mañana, así que si tú eres de las personas que está buscando esto, puedes dejar de leer en esta parte e ir a buscar a alguien que reafirme lo que esperas, aunque no te garantizo mejoría, los verdaderos cambios surgen a base de sufrimiento y dolor, metafóricamente hablando (o no).
Teniendo todo lo anterior en cuenta, pasemos a diseñar el cierre a las cosas que vivimos este año, pero antes debo recordarte que esto que estás a punto de leer no es la fórmula mágica, mística o misteriosa que esperas, al contrario, son cosas muy simples y hasta cierto punto obvias, y tampoco es algo que aplique para todos, cada quién lo puede interpretar y aplicar como mejor le convenga o como le de la gana, la recomendación principal para generar cambios significativos será siempre ir a terapia, pero de esa recomendación seguramente ya estás cansad@.
Para este ejercicio te pido que tengas a la mano papel y lápiz, lo puedes realizar en borrador y posteriormente darle un estilo más elegante o coqueto, ya que lo ideal es que lo tengas en un lugar visible durante el resto del año o por lo menos durante el tiempo que te lleve realizar este cambio o cambios que tanto deseas, esto para que te sirva de recordatorio de todo lo que estás mejorando, o lo concha que te estás haciendo para evitar sentir dolor (en este caso sabrás quién es el responsable de tus desgracias).
En la hojita que ya tienes vas a escribir las siguientes frases y tu tarea será llenarlas de acuerdo a las cosas que solo tu sabes (o crees saber) de ti, la primera nos servirá para evaluar en dónde estamos parados.
Qué me gusta de mi… aquí aprovecharás para escribir todo lo que consideres positivo sobre ti, características físicas, aptitudes, habilidades, capacidades, ya que esto será la base para apoyarnos a la hora de iniciar
Qué cosas no me gustan de mi… y aquí debes ser muy intuitivo para poder diferenciar entre las cosas que puedes cambiar y en las que no, es decir, si lo que no me gusta de mi es el tamaño de mis orejas, será muy complicado que lo puedas mejorar únicamente aprendiendo a manejar tu estrés (acá estaríamos hablando posiblemente de un tema de autoestima y estos los ves directamente en terapia), me refiero a que actitudes, hábitos o conductas sientes que son la que te están metiendo en problemas, solo enlístalas e intenta no hacer juicios de valor al respecto.
Qué hago para potenciar las cosas que me gustan de mí… en dado caso que solo existan las cosas que te gustan, pero no hagas nada por mantenerlas o desarrollarlas, no pasa nada, puedes dejar esto en blanco, y será un buen indicador para que sepas en qué puedes empezar a trabajar.
Qué hago para disminuir las cosas que no me gustan de mí… y aquí probablemente te des cuenta que no haces nada para cambiar las situaciones, o tal vez lo que haces solo lo empeora, trata de no juzgarte por eso, paso fundamental para mejorar es hacer consciente las cosas que ignoramos hasta ahora, y el plasmarlas en papel nos ayudará a identificar y empezar a trabajar.
Qué de lo que me pasó este año agradezco… regularmente se suele agradecer solo lo bueno, date tiempo para analizar que situaciones, personas, lugares que eran nocivos para ti y que tal vez no habías percibido así han salido de tu vida, tal vez te dolieron mucho, pero viendo hacia atrás te diste cuenta que fue lo mejor.
Una vez que tengas todo esto intenta agradecer por las cosas buenas y malas que te pasaron este año, ya que todo ello ha ido formando la persona que eres ahora, trata de no juzgarte o recriminarte por las cosas que hiciste, ya que probablemente en ese momento no conocías una mejor manera de hacerlo, recuerda que vendrán nuevas oportunidades para no repetir esos errores de los que ahora pudieras lamentarte, esto que escribiré a continuación sonará muy romántico pero no lo es: “no puedes cambiar el pasado, solo te queda aprender de el e intentar no replicar lo que consideras fue malo, intenta soltar eso y empezarás a percibir tu realidad de manera distinta”.
De todo corazón espero que este año que está terminando te haya dejado muchos aprendizajes y que el que viene sea de muchos más, deseo que tengas la inteligencia emocional y la determinación para poder identificar que cosas (tuyas y de los demás) no estarás dispuest@ a tolerar y que realices los ajustes pertinentes para que esto sea posible, que tengas el coraje para aceptar que a veces las cosas no van bien y no pasa nada con eso, y que puedas iniciar, continuar o retomar tu proceso terapéutico para que puedas ir evaluando constantemente tus avances.
Con esto cierro a primera temporada de columnas en 2022 y nos vemos la siguiente semana con la primera del 2023, a manera de spoiler, será la continuación de esta que acabas de leer, mis mejores deseos y mucha Salud Mental para ti.
Pero recuerda… puedo estar equivocado.