Quizá uno de los nichos peor juzgados de la discapacidad a causa de la ignorancia e ideas mal preconcebidas durante el siglo XIX en México eran las personas con ceguera y es que por mucho tiempo las diversas discapacidades se vieron ligadas de forma estrecha a vivir de la beneficencia pública.

Sin embargo, el contexto de las personas ciegas en el país comenzaría a cambiar durante el año de 1870 ya que el 20 de septiembre se fundó la Escuela Nacional para Ciegos. Este espacio era fundamental para que las personas invidentes pudieran desenvolverse en la vida cotidiana.

Las enseñanzas fundamentales de la institución se enfocan en la independencia de los individuos, para posteriormente si así lo desean incorporarse a los diversos niveles de educación pública.

Debido a la existencia de este lugar México dio sus primeros pasos en el ámbito internacional de los derechos humanos, pero al hablar del ámbito de la inclusión de las personas con ceguera una de las herramientas más importantes es el braille.

El sistema de lectura y escritura fue creado por Louis Braille, este individuo quedó ciego durante su niñez mientras jugaba en el taller de su padre.

Dicho sistema este compuesto por celdas de seis puntos en relieve, organizados como una matriz de tres filas por dos columnas, que convencionalmente se numeran de arriba abajo y de izquierda a derecha. La presencia o ausencia de puntos permite la codificación de símbolos.

Con el fin de crear una mayor conciencia respecto a la importancia de este método de comunicación cada cuatro de tiene lugar el Día Mundial del Braille, resaltando su importancia para el pleno ejercicio de sus derechos humanos.

Ya que el sistema atenúa un poco la brecha social para las personas ciegas, pues esta comprobado que los individuos que tienen acceso al sistema braille tienden a caer menos en la pobreza que los que no han accedido a un sistema educativo.