Al pensar en un papalote actualmente en el territorio mexicano es imposible no verlo como un objeto lúdico para chicos y grandes. Sin embargo esto no siempre fue así, pues en 1816 al asumir el cargo el Virrey Juan Ruiz Apocada puso en marcha un mandato que prohibía volar papalotes en la ciudad.
El argumento se sostenía en que eran “peligrosos”, cuando se piensa en este mandato incluso hoy en día es considerado ridículo, pues fue su primer bando impreso cuando el país se encontraba en una situación delicada, ya que las guerrillas insurgentes comenzaban a multiplicarse en el territorio.
Es importante señalar que a pesar de que aun en la actualidad este mandato es calificado de absurdo diarios de la época registraron decesos y accidentes que tenían como origen el papalote frecuentemente los hechos eran protagonizados por infantes.
Incluso se tiene registró de que los hechos fatales tenían mayor frecuencia durante tiempos otoñales a causa de los vientos impredecibles típicos de la temporada.
La prohibición Apodaca fue la última en entrar en vigor ya que poco tiempo después México se convertiría en una nación independiente y solo existiría una multa en 1869 impuesta por el gobernador de la ciudad a quien lo echara a volar en una plaza o azotea.
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