Jitanjáforas es una sala de lectura originada por Adil Aranzubia quien actualmente es la responsable de la oficina de atención a la diversidad sexual en el estado de Tlaxcala, el proyecto surgió desde el 2010 con la finalidad de incentivar y promocionar la lectura.

El término «Jitanjáforas» es atribuido al autor Alfonso Reyes quien de acuerdo a Adil se define como palabras que carecen de algún significado semántico y es que el espacio cultural que se imparte los sábados durante cuatro clases tiene por objetivo la construcción y deconstrucción de acciones, mensajes y fenómenos sociales, de ahí la derivación y la utilización de lecturas transgresoras.

Las cuales, en la sala de lectura que imparte la oficina de atención a la diversidad sexual utiliza dos libros que responden a lo que busca Jitanjáforas, una primera denominada manada de lobas y la segunda llamada Foucault para encapuchadas.

Al preguntarle sobre el enfoque de la sala de lectura hacia la diversidad sexual, dijo «me di cuenta que había una población vulnerable que es la población LGBT+, a partir de eso decidí que las salas de lecturas debían de focalizarse hacia las población LGBT+ y fue en pandemia cuando estuvimos trabajando en conversatorios virtuales», precisó.

Es importante señalar que jitanjáforas forma parte de las salas de lectura, un proyecto cultural adherido a la Secretaría de Cultura Federal y por lo cual los asistentes bajo el arte de las lecturas transgesoras manifiestan su pensar y sentir respecto al tema de las poblaciones vulnerables en sus derechos humanos esenciales.

Puntualizó que los derechos humanos esenciales garantizan el acceso a la salud, a una vivienda, trabajo sin discriminación, a la educación, entre otros derechos básicos fundamentales para el desarrollo humano de cualquier persona.

En es contexto y previamente a una descripción, Adil Aranzubia ejemplificó a las mujeres, a las personas con alguna discapacidad y la población LGBTTTIQ+, siendo este último el punto en el que actualmente se centra la sala de lectura y en la que Adil es mediadora y por la cual se busca utilizar la cultura como una forma de erradicar y eliminar cualquier forma de odio.

«Transgresora es todo aquello que puede salir de lo normativo, si se habla de deconstrucción sale de un orden, de una estructura, los objetos y sujetos salen de un pensamiento colectivo sobre lo que deben de hacer, y entonces cuando cambian la forma y estructura se vuelven transgesores, irrumpen el orden entorno a la vida cotidiana», informó Adil Aranzubia.

Jitanjáforas es una posibilidad que incita a la reflexión, el diálogo, la libre expresión y el entendimiento sobre la diferencia entre los discursos de odio como una forma y un espacio para la convivencia y el encuentro «esos serían las principales aportaciones de jitanjáforas y las lecturas transgresoras», finalizó.

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