Este año por las calles y los rincones de Tlaxcala se volvió a escuchar el aliento de los instrumentos musicales. A lo lejos se avizoraban múltiples colores que al vaivén del viento se hicieron presentes ante la algarabía del público. Sin temor a las aglomeraciones, algunos precavidos portando el cubrebocas, salieron de sus casas solo por el orgullo de volver el desfile del carnaval.
Tlaxcala es un estado rico en historia, costumbres y tradiciones, que cada año se hacen presentes con la intención de mantener con vida los valores de una sociedad que se ha encargado de preservarlos como sus bienes patrimoniales. Cada uno de los elementos del carnaval forman parte de la esencia de los tlaxcaltecas, quiénes con orgullo fortalecen su identidad ante una sociedad en constante cambio.
La felicidad que se refleja en cada uno de los huehues es inexplicable, niños, jóvenes y adultos, se reúnen para organizar esta gran festividad que colma las calles de orgullo por las tradiciones tlaxcaltecas. Con elegancia porta una máscara tallada a mano, misma que se conjuga con la elegancia del traje y las plumas multicolor que adornan los sombreros.
Tradicionalmente se le ha denominado la fiesta de la carne, un periodo de tiempo en el que se permiten una serie de diversiones de toda índole. En cierto sentido, el carnaval tlaxcalteca es atípico, pues todos los carnavales en el mundo terminan el Miércoles de Ceniza para dar cabida a la cuaresma, pero en Tlaxcala continua.
Se realiza durante varios días en los diferentes municipios. Llegado el martes de carnaval, un día antes de miércoles de ceniza, por las calles se instalan los escenarios, donde todas las camadas se presentan.
El hombre o el huehue tiene la libertad de interactuar con el público, saca a bailar a los presentes, jugar con ellos y hasta les quita alguna prenda u objeto; actualmente hasta la selfie se toman con los asistentes.
Que decir de las mujeres cuyos trajes son bordados y exclusivos para cada una de ellas. Desde mucho tiempo antes se nota el entusiasmo de bordar las flores, elegir el tocado, el peinado e incluso los zapatos adecuados, ya que se convierten en los mejores cómplices. Para ellas, sentir la admiración y alegría de la gente es la más grande satisfacción.
Sobre el origen del carnaval en Tlaxcala, existen muchas versiones, al grado de que algunos municipios se manifiestan como los pioneros en esta tradición tlaxcalteca. No hay voz más autorizada que la de los propios huehues para que de ellos emerja una de las más bellas historias del origen del carnaval.
Es importante demostrar a los jóvenes de hoy la importancia de las tradiciones como parte fundamental de la identidad. Se deben fomentar una serie de valores que fortalezcan el sentido de pertenencia a la sociedad actual.
Hoy se presenta una pequeña muestra de la riqueza patrimonial de Tlaxcala, el carnaval de su gente.