En la que fue la Corrida de Carnaval en el municipio de Tlaxcala Capital, resultaron triunfadores El Calita y Diego Ventura en faenas que dejaron mucho de qué hablar por la calidad de los toreros y de los toros que en suerte les tocaron a cada uno de ellos.
Se trató del tercer festejo de los cinco programados en la sonada Temporada Grande de Tlaxcala Capital, mismo que no quedó a deber a la afición que por poco llena la plaza de toros Jorge Aguilar “El Ranchero”.
En los medios se lució Diego Ventura con un toro de recorrido y emotividad que dejó el primer apéndice para el torero a caballo, en su segundo lote no quedó a deber pese a la tendencia de irse a las tablas del bravo, logró cuajar una faena que le valió una oreja más.
Señalar que a pesar de la luxación de hombro, Diego Ventura dejó el alma en el ruedo tlaxcalteca, lo que acrecentó su lesión y ahora no podrá presentarse en la plaza de toros de Nuevo Progreso para un compromiso más, señalar que dicha lesión la arrastra desde el pasado trece de febrero y se espera su pronta recuperación luego de su triunfo en la entidad.
Para Calita la suerte fue similar pues en total de su lote logró un total de tres orejas valiosas en su carrera, emotivas en sus palabras y de gran peso debido a que fueron de toros provenientes de Piedras Negras.
Fue una oreja al primero de su lote y cuando la plaza ya sentía calor, Calita alzo ambos brazos con el triunfo reflejado en dos orejas a toros que recibieron palmas en el arrastre en reconocimiento a su buena condición de verdaderos toros bravos.
Por su parte, el joven diestro Leo Valadez en esta ocasión no tuvo la suerte de su lado, pues pese a la buena faena que logró concretar con el primer toro de su lote, pinchó en la suerte suprema y con el pinchazo se esfumó la opción de una oreja.
Parecía cuesta arriba su tarde pero en su segundo bravo poco pudo hacer ante las protestas de algunos sectores del público por la confirmación del toro que salió en surte para Leo Valadez.
En concreto, fue una tarde de mucho sabor a toros, de triunfo pero sin derrotas pues el máximo exponente fue la afición que se volcó a la llamada Tacita de Plata para pasar una tarde de toros agradable.