Aunque los calcetines son una prenda tan antigua como la propia humanidad, aunque en un principio se utilizaban materiales como pieles, es hasta el año 1500 a.c que se encontraron los Jutlandia lo que hoy se conoce como Dinamarca.
Sin embargo, durante mucho tiempo esta prenda fue un privilegio de las clases más altas, pues la fabricación era un secreto del propio gremio que los elaboraba en la edad media ya que era una prenda en conjunto con el pantalón; a medida que las personas se dieron cuenta que estos últimos se ensuciaban con mayor frecuencia por lo que su fabricación comenzó a realizarse por separado.
Los calcetines a este punto eran tejidos, fue hasta el año 1589 que el reverendo inglés William Lee utilizó su telar para fabricar calcetas pero la reina Isabel I le negó la patente, por lo que se mudó a Francia donde recibió apoyo del rey para poner su propia fabrica.
Con los años la fabricación de calcetas se fue especializando, con la llegada de la era industrial se comenzaron a desarrollar los primeros marcos circulares de tejido lo que mecanizo el proceso y de a poco hizo que se traspasara el proceso a las fabricas.
Esto hizo que de a poco se llegara a la actualidad y los calcetines sean un producto de fabricación en masa en su mayoría de algodón u otras telas que incluso se pueden personalizar.
Para la mayoría de las personas es la prenda que más suele quedarse sin par, el Dr. Geoff Ellis a través de una formula matemática creo el denominado indice de perdida de calcetines que en la mayoría de los casos revela que el culpable es cada individuo, pero al realizar esta formula se puede averiguar que factor hace que se pierdan los calcetines en cada caso.
En honor a este problema y la propia prenda cada nueve de mayo se conmemora el Día Mundial de los Calcetines.
