En territorio mexicano se cuentan con aproximadamente 556 bancos de sangre, a pesar de esto la situación en este contexto es precaria pues se estima que el 81% de estas instituciones recolecta menos de 5 mil unidades sanguíneas al año.
Esta situación se vuelve alarmante cuando se toma en cuenta que se toma en cuenta que de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud en países con baja donación de sangre se incrementa de manera significativa el costo para preparar las unidades y se aumenta el riesgo de tener una bolsa infectada.
Los bancos sanguíneos en México se pueden dividir de la siguiente manera: sector privado 47 por ciento, público 27 por ciento, seguridad social 26 por ciento, militar/policía uno por ciento y cruz roja uno por ciento.
Dentro del panorama mexicano es evidente que se deben tomar acciones para fortalecer la donación altruista de sangre pues en 2020 el estado de Tlaxcala presentó un índice de donación voluntaria nulo. Mientras que al hablar del contexto nacional durante el 2017 el territorio se encontraba en el último lugar en donaciones altruistas de todo América Latina con 5.19 puntos porcentuales.
A pesar de que las donaciones altruistas son pocas en México el país se ve obligado a desechar hasta un doce por ciento de la sangre recibida por la contaminación de las muestras y la desorganización de los bancos existentes.
Los donadores son una parte vital para evitar el desperdicio de muestras sanguíneas, ya que en muchos casos suelen mentir respecto a su estado de salud y cuando se analizan resultan positivas a alguna enfermedad trasmitida por transfusión, en México estos números son alarmantes ya que gran parte de los donadores son de remplazo, es decir lo hacen por compromiso al ayudar a un familiar o amigo.
Con el objetivo de que el número de donaciones voluntarias aumente contribuyendo a la salud de la población en general cada catorce de junio se conmemora el Día Mundial del Donante de Sangre.
