Su estructura más común es una simple situación inicial que puede ser cotidiana o extraordinaria y un remate que suele solucionar dicho argumento generalmente de manera incongruente, ya que la situación inicial sorprende hasta un punto humorístico que genera risa.
Que un chiste genere risa depende de muchos factores, quien lo cuenta debe acompañarlo de gestos, tonos de voz y actitudes que causen gracia en el espectador. Es por ello que el panorama de un chiste puede ser sumamente variado desde contenido cotidiano, científico, edad y hasta sexo.
Los chistes desde el punto de vista fisiológico, generan diversas respuestas de recompensas en el cerebro, siendo muy similares a las que generan la comida o las adicciones.
La risa que suele generar un chiste también funciona como un arma que reduce las situaciones estresantes, reducir el roce social ante desconocidos y hasta crear lazos sociales.
Teniendo en cuenta la importancia que la risa tiene dentro de la vida no es de extrañar que el chiste que es una herramienta para causarlo cada uno de julio cuente con su propia conmemoración el Día Internacional del Chiste.
