Dentro del territorio mexicano se logran ubicar hasta 19 especies de delfines entre las que se encuentran: el delfín nariz de botella, delfín fraser, delfín moteado del Atlántico, delfín girador, delfín risso, delfín de rostro largo, delfín de dientes rugosos y muchas otras variantes.
Los ejemplares propios del territorio nacional se encuentran en las aguas costeras, los océanos del golfo y en el Caribe como el litoral del océano pacifico y el Golfo de California.
Sin embargo la diversidad de delfines existentes se ven afectados directamente por el cambio climático, la contaminación de mares y océanos e incluso la muerte indiscriminada e ilegal por la caza indiscriminada con motivos comerciales.
Las acciones referentes a su protección son una tarea que concierne a múltiples instituciones como la PROFEPA, SEMAR y CONANP.
En muchas ocasiones se cuestiona porque un gran número de los especímenes existentes viven en cautiverio o siendo utilizados con fines de entretener a un público, pues una de sus principales características son su inteligencia, belleza y comportamiento.
Estudios constantes realizados por diversas instituciones aseguran que cuando se encuentran en cautiverio sufren de un constante estrés y se ven afectadas sus funciones fisiológicas de manera significativa.
Los delfines tienen características físicas muy particulares que no se adaptan con facilidad al cautiverio ya que esta especie marina necesita de un basto universo marino para reproducirse y contar con una vida plena.
Por lo que aunque el hecho de mantener a la especie en cautiverio tiene como objetivo protegerlos, les causa múltiples estragos que pueden acabar con su vida. Por esta causa países como Europa han prohibido el cautiverio de delfines.
Para que a nivel mundial se reduzcan los especímenes de delfines en cautiverio cada cuatro de julio se conmemora el Día Mundial de los en Cautiverio.
