Por: El Psicólogo Carlos
Y antes de que te quieras salir de la columna porque piensas que te voy a regañar, quiero decirte que esto solo es parte del personaje enojón, en realidad a mi también me gustaría conocer la respuesta universal para no estar peleando todo el tiempo con mi pareja por cosas tan sencillas como que a mí no me gusta tender la cama y ella no puede dormir si no está tendida; algo si tengo muy claro, y es que la mejor manera de evitar los problemas de pareja, es precisamente no teniendo una pareja con quien estar todos los días peleando, y ahí es cuando empiezan a surgir las interrogantes más interesantes: ¿es peor estar solo/a que estar todo el tiempo peleando con alguien más?
Al igual que la mayoría de las respuestas que damos los Psicólogos, me permitiré usar mi carta en modo de defensa con la palabra DEPENDE y termino mi turno, esto para no entrar en demasiadas explicaciones.
Si eres un ávido lector de estas líneas que suelo juntar una vez por semana, recordarás que la última edición estuvo relacionada con: “Cómo evitar relaciones tóxicas”, sí, leiste bien, tóxicas (eso para entrar en ambiente con la chaviza) pero entonces recibiendo retroalimentación de algunas personas que gustan de este contenido, me sugirieron que se pudiera realizar un abordaje menos centrado a lo negativo, y que se buscara el espacio para ofrecer alternativas para poder crear relaciones de las cuales nos sintamos muy orgullosos de tener.
Es por ello que hablaremos de cosas (que sí podemos controlar) que podríamos considerar a la hora de construir o reconstruir nuestras relaciones amorosas.
Y antes de que empieces a decir que eso es imposible, que el amor no existe, que son los papás, o que todos los hombres o mujeres son iguales, tal vez estés siendo víctima de algún tipo de distorsión cognitiva, la cual está nublando tu visión objetiva, pero todo esto será, para otra columna.
Algo que también creo prudente aclarar es que no, tu pareja no va a cambiar por mucho que tú así lo quieras o se lo pidas, o por todo el amor que sientes hacia él/ella, ni mucho menos porque tenga miedo a perderte, tal vez lo hará por compromiso, por solidaridad o por miedo, pero si el cambio no surge primero dentro de uno, tarde o temprano terminará recriminando que gracias a tí, ha dejado de ser quien era, que ya no disfruta de la vida ni de la relación como antes, y tú terminarás desilusionado/a porque tu pareja dejó de ser la persona de la cual te enamoraste, eso en el mejor de los casos, suponiendo que llevan una relación basada en la confianza y comunicación, en el peor escenario te dirá lo mismo seguido de un montón de disculpas porque le sorprendiste siéndote infiel con algún compañero del trabajo o bien alguna persona que conoció en redes sociales. (nuevo miedo desbloqueado)
Quiero aclarar que estoy hablando en el peor de los escenarios, y la idea es buscar el espacio para la construcción de nuevas y mejores formas de relacionarnos, así que lo primero que haremos es recordarte que hay cosas que se encuentran dentro y fuera de tu control, es por ello que buscaremos centrarnos en aquellas que sí podemos controlar (para empezar), y después y no menos importante, hábitos que como pareja nos pueden retroalimentar de manera importante.
Una vez teniendo esto en cuenta, el primer aspecto a cuidar es tu salud, no seré tan específico en por qué es importante mantener hábitos saludables, lo que sí es importante que sepas, es que si no duermes bien, no será muy raro que andes irritable al día siguiente, el problema no radica en no dormir bien, sino en cómo reaccionamos cuando mi pareja me dice que debo de tender la cama (por tercera vez consecutiva), lo mismo aplica para todos los cuidados en salud.
Lo segundo que debes tomar en cuenta, es que cada uno de nosotros venimos precargados, (muchas veces de manera inconsciente) por costumbres, hábitos, prejuicios, estereotipos, incluso hasta prácticas religiosas o alimentarias, mismas que a la hora de formar la pareja se van a dar en la torre con las de nuestra pareja, y así muchachos y muchachas, es como formaremos nuevas, mismas que meteremos a la fuerza a nuestros hijos y ellos harán lo propio con los suyos (suponiendo que quieran seguir teniendo descendencia), por ello es muy importante al inicio tener pláticas incómodas con la pareja para ver si estarán dispuestos a tolerarse.
La tercer cosa que me gustaría poner sobre la mesa, y que va ligada al punto anterior es la historia de aprendizaje, dicho de otra forma, gran parte de lo que vivimos en casa se adhiere a nosotros y si no se es capaz de cuestionar, será muy probable que se tienda a tomar como modelo sobre el cual buscaremos seguir, no es raro entonces que muchas relaciones se sostienen sobre violencia, maltrato, celos, chantajes emocionales etc.
Por último es importante mencionar la importancia de cuidar nuestros pensamientos y salud mental, en el modelo Cognitivo Conductual se parte de la premisa que no son tanto las cosas que nos suceden las que nos afectan, sino que mucho depende de la forma en la que nosotros las interpretamos, eso deja un poco abierta la posibilidad de que tal vez lo que percibo no sea tan malo como lo creo (si caer en exageraciones) para ello será importante la comunicación y toma de acuerdos en pareja, para que una relación funcione será necesaria la colaboración activa de cada uno de sus miembros, y por ende un compromiso constante.
Técnicamente esto no es un secreto de máxima seguridad, solo que a veces nos cuesta identificar cual es la situación que ha detonado que nuestra relación se vaya deteriorando, luego que se sabe por qué es, nos cuesta aceptar en qué estamos siendo cómplices y buscar soluciones de mejora.
Si este es tu caso, la terapia psicológica pudiera ser un excelente auxiliar (para trabajar desde los personal de inicio) y en dado caso que el problema sea mutuo, se puede recurrir a la terapia de pareja, que dicho sea de paso, no tiene como finalidad arreglar parejas, sino que se descubra si pueden continuar juntos, y de no ser así, disolver la unión en los mejores términos, protegiendo de paso a los hijos si es que los hubiera.
Con esto me despido, agradeciéndote que te hayas tomado unos minutos para leer las incoherencias de este Psicólogo de la mediana edad, y te recuerdo que me puedes dejar tus comentarios en las redes sociales, me encuentras como: El Psicólogo Carlos, nos saludamos la siguiente semana y no olvides que, puedo estar equivocado.