En entrevista para Síntesis, Jesús Cortés Ilhuicatzi cronista de Santa Ana Chiautempan mencionó que es importante reconocer como Patrimonio Cultural la Semana Santa ya que data desde el siglo XVI y en la actualidad es la representación más relevante a nivel estatal.
Refirió que el primer fraile que inicia con la evangelización en lo que ahora es Chiautempan fue Fray Martín de Valencia cuando sustituye a una diosa prehispánica de los textiles o de los tejedores por la Virgen Santa Ana, quien era madre de María y le ensenó a hilar, tejer, lavar y cargar la lana.
“Con el paso del tiempo ellos son los que nos van a iniciar en la fe católica, el convento se inicia hacia 1565 y lo terminan en 1585, para entonces estábamos empezando a conocer la nueva idea del viejo mundo”, mencionó.
Explicó que a finales del siglo XVI e inicios del Siglo XVII se tiene conocimiento gracias al relato oral de que “Llega una mulita cargando una cajita, los frailes y todos se empiezan a preguntar de quién era el animal y la carga, al no tener razón bajan la caja y al abrirla estaba la imagen del padre Jesús, de esa manera ellos le manifiestan su devoción y la colocan en el interior del convento”.
A partir de ese momento se dio el acercamiento de los santaneros con la semana santa, durante el siglo XVII y XVIII se realizaba el recorrido al interior del convento en el atrio, según narraciones de Marianito Flores (1906) donde también expuso que la procesión incluía imágenes de otros santos.
En 1955 tras el aumento de la población y de la fe católica en la comunidad se empieza a hacer el recorrido por las calles principales de Chiautempan, pero en el 56, tras la muerte del sacerdote Amaro Carrasco quien fue muy querido por la población, se interrumpió la posesión por su traslado a Santa Ana.
“Durante ese viernes santo, se anunció en la primera caída que se suspendería la procesión porque íbamos a esperar el cuerpo del padre que iba a llegar al ferrocarril, llega el tren, bajan el cuerpo y se lleva a la parroquia pero por Semana Santa no hay permisos para celebrar misas, solamente se vela el cuerpo y al día siguiente se le da sepultura en lo que hoy es la Capilla del Sagrario y de esa manera nosotros recordamos el hecho histórico de la primera Semana Santa que no realizó completa”.
A partir de 1957 hasta nuestros días la representación de Semana santa sale a las calles y poco a poco ha ido creciendo, en la década de los 90 con el padre Alejandro Trejo Flores se implementó el encuentro de Jesús y María.
“Para mi es una tradición que escapa de nuestras latitudes porque es un ritual ceremonial que se puede comparar con las mejores procesiones de España, por toda la estructura y economía que se genera a ese solo hecho”.