Los pasteles son una parte fundamental de la gastronomía mexicana, regularmente vienen a la mente cuando se habla de celebraciones, pero lo cierto es que gran parte de lo que se considera comúnmente “pan dulce” entra en esta categoría, por lo que en el país tiende a consumirse diariamente durante el desayuno.
Dentro del territorio nacional una persona consume anualmente aproximadamente 33.5 kilogramos de pan; el 30 por ciento es pan dulce y repostería.
Una gran parte de la repostería adoptada por los mexicanos tiene como origen la multiculturalidad o proviene de tierras extranjeras, este es el caso del pastel selva negra que hoy celebra su propio día.
Su título de clásico mundial se debe a su apariencia característica pan de chocolate, crema batida entre capas y cerezas en su última capa. La cereza juega una parte importante de su peculiar sabor pues la cereza “selva negra” en sus variedades dulce y blanda se utilizan para elaborar el Schwarzwälder Kirsch el licor de alta graduación utilizado en el pastel y al que debe su nombre.
Debido a su peculiar elaboración y sabor es considerado un postre de fama mundial por lo que por una iniciativa estadounidense es de los pocos pasteles en contar con su propia conmemoración.
