La vacunación es la mejor herramienta para prevenir algunas enfermedades infecciosas y una de las medidas de salud pública que más vidas ha salvado a lo largo de la historia, afirmó la especialista del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”, Nancy Justiniani Cedeño.
Explicó que las vacunas son preparaciones farmacéuticas que contienen agentes que simulan a los microorganismos causantes de determinada enfermedad, en forma debilitada, atenuada o inactivada, y se suministran con el propósito de que el organismo los reconozca, para que pueda producir anticuerpos (defensas) y active la respuesta del sistema inmunológico.
“De esta forma las vacunas ponen en marcha las defensas naturales del cuerpo, desencadenando una respuesta en el sistema inmunitario, el cual, al reconocer al microorganismo invasor (virus, bacteria y/o parásito), genera anticuerpos que ayudan a neutralizar y destruir los ataques de agentes externos nocivos.”
Recordó que en nuestro país las vacunas son universales, gratuitas, seguras y eficaces, por lo que invitó a madres, padres o personas tutoras y cuidadoras de niñas, niños y adolescentes a que los lleven a vacunar a la unidad de salud más cercana.
Los síntomas por la aplicación de algún biológico son muy leves; entre ellos, dolor en el sitio de la punción, fiebre y malestar general, que desaparecen en los siguientes días (primeras 48 horas), por lo que no deberá automedicarse y, en caso de presentar algun malestar posterior a la aplicación, debe solicitar valoración médica.
Subrayó la importancia de que todas las personas reciban los biológicos, de acuerdo con su edad y calendario que establecen las Cartillas Nacionales de Salud. Como ejemplo, el biológico hexavalente se suministra a los dos, cuatro y seis meses, y el refuerzo a los 18 meses para prevenir difteria, tosferina, tétanos, polio, hepatitis B y enfermedades graves por Haemophilus influenzae tipo b.
La vacuna triple viral contra sarampión, rubéola y paperas (SRP) se aplica en dos dosis, la primera al año y, desde 2022, la segunda a los 18 meses; sin embargo, también se aplica la segunda dosis niños y niñas de seis años que no la hayan recibido.