El obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, aseguró que esta jornada electoral se trató de una fiesta cívica en la que el pueblo de Tlaxcala ha salido a las calles y a sus respectivas casillas.
“Nuestro Pueblo ha respondido a esta fiesta cívica, es eso, y se nota en todas las casillas de acuerdo a los reportes que hemos visto. Nuestro pueblo quiere vivir esta fiesta cívica en donde tiene la oportunidad de expresar su voluntad”.
Al respecto, hizo un llamado a la población en general a que participen y no se sientan al margen de lo que refrendó como fiesta cívica, para que así puedan expresar con libertad sus convicciones y opciones.
“Eso es lo más importante en el pueblo, que podamos expresar lo que queremos, por eso esto es una fiesta y se nota en todas las casillas porque la gente vive y vibra este momento”.
Aseguró que pese a los probables conflictos que se pudieran presentar, derivado de connatos de conflictos en distintos puntos del estado de Tlaxcala y la inseguridad que hicieran manifiesta algunos candidatos que solicitaron protección, la gente ha salido a las calles a votar.
“Este es nuestro contexto, difícil y adverso pero la gente a pesar de todo eso está presente y quiere manifestar su voluntad y debemos valorar eso de nuestro pueblo tlaxcalteca”.
Por otra parte, consideró que cuando la ciudadanía expresa con claridad y libertad su voto, también se deben aceptar los resultados, porque eso se refleja en un signo de madurez entre la ciudadanía y en particular ente las personas.
“Es por el bien del pueblo, no por el bien de otra cosa, por eso se hacen estas elecciones libres donde todos podemos manifestar nuestras preferencias y estamos en esa conciencia de aceptar con plena libertad y serenidad los resultados que se puedan dar, es un llamado a aceptar lo que el pueblo expresa”.
A los candidatos que resulten victoriosos, les dijo que esta será una gran oportunidad de servir a la comunidad, “porque si el pueblo pone confianza en ellos, no deben defraudarla y la política no es otra cosa más que le servicio para el bien común, la máxima expresión de la caridad”.