La labor etnográfica y antropológica del Archivo de la Palabra (AP), iniciativa enfocada a la salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI), inició en 2010, con el registro de procesos de tradición oral; hoy coordina, documenta, analiza, expone y divulga, junto con las comunidades, el valor intrínseco del patrimonio cultural de cada región, para propiciar la preservación de la herencia de las poblaciones, con el interés de convertirse en un laboratorio académico.
Desarrollado en el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), órgano de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, desde la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), por los investigadores Hilario Topete Lara, Montserrat Rebollo Cruz y Carolina Buenrostro Pérez, el AP se presentó en el Seminario Permanente en Etnografía de Tlaxcala: cultura, sociedad y medioambiente, con el tema “El patrimonio vivo de Tlaxcala. El Archivo de la Palabra como estrategia de salvaguarda”.
Las integrantes del AP, Diana Karely Juárez García y Patricia Portela Rodríguez, abordaron el trabajo de registro configurado para la documentación y divulgación de la salvaguardia del patrimonio cultural material e inmaterial.
Juárez García dijo que, a partir de 2019, cuando el AP pasó a formar parte del Sistema Nacional de Proyectos del INAH y tras su adscripción al Centro INAH Tlaxcala, se ha engrosado el trabajo con la documentación audiovisual del PCI de diversos estados del país, en colaboración con estudiantes de las licenciaturas en Antropología Social, Etnografía, Etnohistoria y Arqueología.
Alumnos y documentadores, refirió, al tomar rumbos distintos consiguen nuevos vínculos en otros estados, en pro de nuevos proyectos. En tanto, en Tlaxcala mantienen contacto con 25 comunidades y consideran apoyar a complementar los acervos de localidades que así lo requieran.
“Existe el interés del AP por convertirse en un laboratorio académico dentro de las estrategias nacionales e internacionales, bajo el mismo rubro, dado el desempeño alcanzado en el rescate y la conservación del patrimonio vivo, de la mano de los pueblos originarios”, sostuvo la investigadora.