En la actualidad los juegos tradicionales mexicanos son definidos como aquellos que se realizan sin intervención de las tecnologías, lo que como consecuencia hace que el infante o la persona involucrada desarrolle su agilidad mental y diversas destrezas físicas.
Cuando se juega de manera tradicional se abre una puerta para conocer más sobre las raíces culturales que conforman la sociedad mexicana ya que se transmiten conocimientos pertenecientes a otra época pero que conforman la identidad nacional.
Dentro del territorio nacional la disminución de niños que salen a jugar en la calle es notable lo cual también contribuye a la que la practica de juegos tradicionales este a la baja.
Al analizar la falta de estas practicas se observa que son consecuencia del incremento de la inseguridad en el país y el hecho de que los dispositivos electrónicos forman parte de la vida cotidiana de los infantes.
La disminución del juego tradicional en conjunto con actividad al aire libre, a provocado que la ansiedad y depresión entre la infancia mexicana se presente con mayor frecuencia que en generaciones pasadas.
Esto se debe a que el juego tradicional y al aire libre brindaba durante las primeras etapas de la vida a un niño las reglas y bases para una sana convivencia a la vez que el contacto directo con su entorno les aportaba una mayor resiliencia.
Teniendo en cuenta la importancia que el juego tiene para el sano desarrollo su conmemoración tiene lugar dos veces al año una de ellas tiene lugar cada once de junio, buscando que con el Día Internacional del Juego se incentive a padres e niños a retomar esta practica.