Tlaxcala, un estado que históricamente ha contado con importantes áreas forestales, enfrenta hoy un desafío crucial en la conservación y recuperación de sus bosques. Según el Inventario Estatal Forestal y de Suelos de 2014, las áreas forestales cubrían el 21.16 por ciento de la superficie estatal, equivalentes a 84,076 hectáreas.

Dentro de estas áreas, los bosques eran los más representados, ocupando el 19.25 por ciento del territorio, seguidos por el matorral xerófilo (1.75 por ciento), otras áreas forestales (0.15 por ciento), y otras asociaciones o tipo de vegetación de bosque cultivado (0.01 por ciento).

La distribución de estas áreas boscosas se encuentra en 53 municipios, destacando especialmente Tlaxco, Calpulalpan, Huamantla, Españita y Nanacamilpa como los cinco municipios con mayor superficie forestal. Esta distribución refleja no solo la riqueza natural de Tlaxcala, sino también la urgente necesidad de implementar medidas efectivas para proteger y restaurar estas áreas vitales.

Los árboles juegan un papel fundamental en la absorción de dióxido de carbono, uno de los principales gases de efecto invernadero. Aumentar la cobertura forestal ayuda a reducir la concentración de CO2 en la atmósfera, contribuyendo a mitigar el cambio climático.

Además los bosques son hábitats cruciales para una vasta cantidad de especies de flora y fauna. La deforestación amenaza la biodiversidad al destruir estos hábitats. Plantar árboles ayuda a conservar y restaurar estos ecosistemas, proporcionando refugio y alimento a las especies.

Los árboles y sus raíces ayudan a prevenir la erosión del suelo, manteniendo su estructura y fertilidad. Además, los bosques actúan como esponjas naturales, reteniendo el agua de lluvia y recargando los acuíferos, lo cual es esencial para el abastecimiento de agua potable y la agricultura.

Por si fuera poco los bosques proporcionan recursos maderables y no maderables, generando ingresos y empleo para las comunidades locales. Además, los árboles urbanos mejoran la calidad de vida, ofreciendo sombra, reduciendo la contaminación y embelleciendo el entorno.

La reforestación en Tlaxcala no es solo una medida ambiental, sino una inversión en el futuro del estado. La plantación de árboles tras la deforestación es crucial para restaurar los ecosistemas dañados, proteger la biodiversidad, mitigar el cambio climático y asegurar recursos naturales vitales para las generaciones venideras.

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