Por El Psicólogo Carlos

 

¿Te ha pasado que descubres una palabra o frase nueva y la  quieres ocupar en situaciones hasta en las que ni se necesita?

 

Pues en eso se ha ido convirtiendo el recomendarle a algún familiar o amigo el que vaya a terapia, para cada cosa que no entendemos o no sabemos cómo lidiar con ella, mejor que lo resuelva el psicólogo, y sí, gran parte de esa culpa la tenemos nosotros por dos razones principales, la primera es porque en muchas ocasiones queremos ver una “patología” en donde únicamente existen situaciones de la vida cotidiana, y la segunda, porque creemos que el simple hecho de estudiar el comportamiento humano, nos da la facultad de “arreglar” todo.

 

No es un secreto que los problemas psicológicos son el pan de cada día en nuestra vida, y en algunas situaciones nos sentimos capaces de lidiar con ellos con nuestros propios medios, sin embargo, hay momentos en los que ya no es una opción sino una urgencia, sí es que lo que queremos es recuperar nuestra calidad de vida, y ahí es donde empieza a tomar sentido estas líneas, ya que muchas personas refieren sentirse peor cuando visitan al especialista que previo a hacerlo, y en este caso la responsabilidad podría descansar en mayor medida en los terapeutas, ya que somos los responsables de prepararnos adecuadamente para brindar servicios de calidad, o por lo menos para distinguir cuando algo está dentro de nuestra competencia y no tengamos la necesidad de andar buscando “otras técnicas” menos convencionales y sin sustento científico con el argumento de que no a todos los funciona lo mismo, pero todo esto será… para otra columna.

 

Aunque de inicio la responsabilidad ética descansa en los terapeutas, gran parte de que se sigan perpetuando malas prácticas psicológicas pudiera deberse a la falta de conocimiento que tienen los usuarios, y es por ello que el día de hoy te voy a compartir una pequeña guía de cómo se estructura un proceso psicológico con modelos que cuentan con respaldo e investigación científica, entendiendo que dicha estructura pudiera variar de terapeuta en terapeuta en cuanto a estilo y duración, sin embargo, hay características que no se pueden obviar ni de las que podamos prescindir para trabajar de buena manera con los problemas psicológicos de nuestros consultantes.

 

  1. Primer contacto: Para hacerlo simple, este proceso consta desde el momento en el que nos ponemos en contacto con nuestro futuro terapeuta hasta que termina la primer sesión (dos sesiones como máximo), y las características que pudiéramos considerar fundamentales serían que desde un inicio nos sintamos cómodos/as con el trato y la claridad de la información que se nos proporcione, por ejemplo: es necesario que el terapeuta nos haga saber el modelo con el que trabaja, sus honorarios, la periodicidad de las sesiones, la política de cancelación, confidencialidad entre otros. También en ese proceso tú deberías sentir que estás frente a una persona que te entiende y escucha, alguien quien está curioso por saber cuales son las cosas que te han estado afectando, y que centrará toda su atención en generar ese ambiente de armonía y confianza sobre la cual descansará el resto del proceso psicológico, a manera de spoiler, en esta etapa la finalidad no es darte herramientas de intervención o generar una mejoría, ya que al no conocerte bien pudiera ser que lo que se trabaje resulte contraproducente.
  2. Proceso de evaluación: Regularmente en esta etapa nos llevamos de dos a tres sesiones, ten en cuenta que los tiempos varían debido a la pericia y experiencia del terapeuta, así como la habilidad y compromiso del consultante para entender las cosas que lo han llevado hasta allá, en esta parte el objetivo será conocer cómo funciona la dinámica problemática, para ello el terapeuta se puede apoyar de los siguientes recursos: escalas y test estandarizados, autorregistros, observación en sesión y por cuestionamiento directo. También se aprovechará para psicoeducar al consultante sobre temas relacionados a la problemática, gestión emocional, control de impulsos, aceptación, etc. Algo que es importante mencionar en este apartado es que el que te pongan a hacer dibujitos de casas, personas, árboles, familias y demás, son prácticas que están consideradas sin fundamento científico, ya que su resultado depende en gran medida de la interpretación que pudiera darle el terapeuta.

 

2.1. Devolución de resultados: Dentro del mismo proceso de evaluación encontramos la devolución de resultados, en el mismo se le explica al consultante, en términos científicos la hipótesis de cómo se originaron los problemas y de cómo se han mantenido a través del tiempo, una vez teniendo esto claro, se presenta el plan de tratamiento, ya que se tienen bien identificados cuáles son los objetivos terapéuticos,

 

  1. Intervención: En esta etapa encontraremos ya la aplicación de técnicas diseñadas para trabajar con la problemática referida por los consultantes, y para que esto sea eficaz, se debió de haber realizado una buena fase de evaluación, de ahí que se recomienda ser pacientes (tener paciencia) en las primeras semanas, en psicoterapia lento es rápido, tienes que estar preparado/a porque es en esta parte del proceso en donde se empiezan a experimentar los cambios a nivel conductual, para no hacerla tan larga, aquí se ve de qué estamos hechos, tanto consultantes como terapeutas, y el mantener una buena relación terapéutica, hábitos saludables, comunicación y contar con una buena red de apoyo será crucial a la hora en enfrentar esta parte del tratamiento (aquí no se pueden dar mayores explicaciones ya que cada caso en un caso), y el número de sesiones varía de acuerdo al avance, lo que sí te puedo decir es que esto no debería ser muy largo.
  2. Seguimiento y prevención de recaídas: Todo buen proceso psicológico basado en evidencia busca que aquellos avances alcanzados en los procesos anteriores se mantengan durante mucho tiempo en la vida de los consultantes, es decir, que lo que bien se aprenda nunca se olvide, en esta parte del proceso empezaremos a espaciar las sesiones e ir probando que aquellas nuevas formas de relacionarnos ante las situaciones problemáticas vayan funcionando, también aprovechamos para realizar repasos de las herramientas adquiridas e intentamos generalizar el bienestar psicológico a otras áreas de la vida de los consultantes, para prepararnos para la tan buscada, alta terapéutica, que es más un protocolo que otra cosa.

 

Esta pequeña guía busca darte de manera general un panorama para saber que cuando busques atención psicológica puedas notar si estás con un buen terapeuta o no, esto con la finalidad de ahorrate malas experiencias y también un daño psicológico mayor, así como que tires tu dinero a la basura, seguramente se ma han pasado algunos detalles pero si tienes alguna duda adicional, te invito a que me las puedas hacer llegar a cualquiera de mis redes sociales, me encuentras como @el Psicólogo Carlos, te recuerdo que soy cofundador del Centro de Psicoterapias Basadas en Evidencia en el estado de Tlaxcala, y semana con semana traemos lecturas muy amigables para conocer lo referente a buenas prácticas psicológicas.

 

Me despido esta semana y recuerda, puedo estar equivocado.

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