Con el objetivo de proteger y revitalizar el ecosistema forestal en la zona arqueológica de Cacaxtla, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de su representación en Tlaxcala, encabezó este sábado la jornada de restauración ecológica «Reforestemos Cacaxtla.» Esta actividad, que marca el cierre del curso de verano 2024, es el inicio de un proyecto de reforestación a largo plazo, diseñado para combatir la deforestación causada por la quema de pastizales y la erosión en la región.
Durante el evento, el director del Centro INAH Tlaxcala, José Vicente de la Rosa Herrera, destacó la importancia de este proyecto en la prolongación del sistema agroforestal de las terrazas de origen prehispánico que rodean el Gran Basamento. Esta iniciativa, que ha sido llevada a cabo en años anteriores bajo la supervisión de Yajaira Mariana Gómez García, titular de la zona, se refuerza este año con el apoyo técnico especializado y la donación de árboles por parte de la Secretaría de Medio Ambiente de Tlaxcala (SMA), encabezada por Pedro Aquino Alvarado.
En esta jornada de reforestación se plantaron 1,200 árboles, entre los que se encuentran sauces (Salix humboldtiana), sabinos (Taxodium mucronatum), tepozanes (Buddleja cordata) y capulines (Prunus salicifolia). Con estas acciones se busca mitigar la grave problemática socioambiental que afecta el sur de Tlaxcala debido a la contaminación y contribuir a la protección del patrimonio biocultural de la región.
La bióloga María Alejandra Olvera Carbajal, investigadora del Centro INAH, subrayó la importancia de involucrar a la comunidad, especialmente a niños y niñas, en estas actividades de reforestación, con el propósito de sembrar conocimiento y conciencia sobre la protección del medio ambiente.
El proyecto de restauración biocultural tiene como meta reactivar la variedad de flora y fauna en la zona, mediante la creación de sistemas agroforestales que combinan la siembra de árboles frutales, maderables y plantas alimenticias. Además de los árboles ya mencionados, se incluirán cultivos de maíz, frijol y amaranto, plantas endémicas que han sido fundamentales en la alimentación de las poblaciones que habitaron esta región hace cientos de años.
Con estas acciones, el INAH y la SMA reafirman su compromiso con la preservación del patrimonio biocultural de Tlaxcala, integrando a la comunidad en el cuidado y restauración de un ecosistema vital para la historia y el futuro de la región.