La depresión es un padecimiento frecuente en las personas adultas mayores, debido a factores biológicos, genéticos o psicológicos asociados con el tipo de personalidad, distorsiones cognitivas de origen social, fallecimiento de seres queridos y traumas de la infancia, entre otros, así como por enfermedades genéricas, cambios endocrinológicos o problemas económicos.
Rodrigo Gómez Martínez, indicó que el síndrome depresivo se expresa de manera atípica en la persona adulta mayor como irritabilidad, enojo constante, impaciencia, exacerbación de dolores físicos existentes o sin explicación previa. También se puede presentar a través de mayor aislamiento social y apatía.
Advirtió que es imprescindible llevar a consulta médica a la persona adulta mayor si persisten síntomas como tristeza, sentimientos de vacío, disminución o pérdida del interés en actividades que disfrutaban, cansancio, falta constante de energía; cambios en el patrón de sueño y en el apetito; dificultad para concentrarse o para tomar decisiones.
El especialista en Psiquiatría informó que las personas mayores de 60 años que padecen depresión suelen presentar ideas de culpa y minusvalía, es decir, la sensación de ser una carga para los demás; asimismo, son recurrentes los pensamientos de muerte o suicidio.
Resaltó que el INGer recibe pacientes referidos por centros de salud u otras unidades médicas; después de ser atendidos en el servicio de preconsulta y definida la gravedad de su enfermedad, pueden ser atendidos en las áreas de psicología y psiquiatría, de forma gratuita en caso de no contar con algún esquema de seguridad social.
También ofrece servicios de psicoeducación a este sector de la población; es decir, intervenciones no farmacológicas, rutinas de ejercicio físico y rehabilitación geriátrica, apropiadas a las necesidades de cada paciente.