Hoy, 2 de septiembre, se conmemora el Día Nacional del Cacao y el Chocolate, una fecha que resalta la importancia cultural y gastronómica de uno de los productos más emblemáticos de México.
En Tlaxcala, el cacao se disfruta de manera única y tradicional, especialmente en forma líquida, a través de una bebida conocida como «cacahuatole» o «agua de barranca,» la cual ha perdurado como un tesoro culinario en el sur del estado.
Originaria del municipio de Zacatelco, esta bebida tradicional prehispánica se distingue por su rica mezcla de sabores y texturas, que combinan cacao, maíz, haba, canela, anís y azúcar.
Su preparación artesanal es un reflejo de la herencia cultural de la región, donde las manos expertas de las cocineras tradicionales han mantenido viva la receta a lo largo de generaciones.
El cacahuatole no es solo una bebida, sino una experiencia sensorial que conecta a quien lo prueba con las raíces profundas de la historia y tradiciones de Tlaxcala. Cada sorbo de este elixir marrón revela la complejidad y riqueza de sus ingredientes, transportando a los sentidos al corazón mismo de la cultura tlaxcalteca.
En una era donde las tradiciones corren el riesgo de perderse, el cacahuatole se erige como un recordatorio viviente de la importancia de preservar nuestras costumbres. Porque, al final del día, lo que comemos no es solo alimento; es cultura, identidad y memoria.
Si aún no has probado el cacahuatole, hoy es el día perfecto para hacerlo. Descubre por qué esta bebida sigue siendo un referente en la gastronomía del sur de Tlaxcala y sumérgete en un viaje de sabores ancestrales que forman parte de nuestra historia.