Algunos templos religiosos comienzan a prohibir el uso de cámaras y celulares al interior de las iglesias
Una de las constantes que se suscitaron en la visita a algunos municipios y sus respectivas parroquias, fueron los cuestionamientos por parte de los pobladores y de las personas que se encontraban dentro de los templos al preguntar el ¿Por qué se tomaban fotografías del interior de las edificaciones?, esto, debido a que argumentaban que con anterioridad las Parroquias y párrocos habían sufrido robos.
Como lo fueron en este caso en particular, la Parroquia en San Lucas Tecopilco y la Parroquia en Xaloztoc, puesto que en la primera, personal del templo mencionó que se el párroco fue víctima de robo en su domicilio, mientras que en Xaloztoc, una pobladora comentó que la Parroquia ya ha había sufrido atracos tanto de mantos, murales, como otros objetos; la constante fue que antes de estos actos delictivos, varias personas tomaban fotografías al interior de los templos y se mantenían en constante monitoreo.
Esto, se suma a la estadística nacional, puesto, que con datos del Centro Católico Multimedial (CCM) en 2022 cada año mil 400 iglesias, registran robos y daños a su patrimonio, así como lesiones y hasta homicidios; asimismo, los robos arrojan un estadística de aproximadamente 26 actos de este tipo a la semana, así lo refirió la Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice).
De esta forma, en las Parroquias lo que más suele robarse es: el arte sacro, urnas de las mismas, mientras que en las iglesias, los objetos más hurtados son los instrumentos musicales como órganos, acordeones, mandolinas; e inclusive, hasta letras de cobre y partes de la iglesia.