Investigadores de la Estación Científica La Malinche del Centro Tlaxcala de Biología de la Conducta (CTBC) detallan cómo el ratón espinoso mexicano ha prosperado en paisajes rurales transformados por la actividad humana, en el artículo “Donde hubo monte, ratones espinosos mexicanos quedan” que en fecha reciente publicó la revista digital “Therya ixmana”, editada por la Asociación Mexicana de Mastozoología A.C.
Fernando Aguilar Montiel, María Luisa Rodríguez-Martínez y Eduardo Felipe Aguilera-Miller, investigadores de la Estación Científica La Malinche del CTBC de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), explican que en los últimos 60 años el paisaje rural ha cambiado drásticamente, pasando de extensos bosques a campos de cultivo y terrenos sin vegetación original.
Señalan que, en este nuevo entorno, el ratón espinoso mexicano se ha adaptado exitosamente a las condiciones creadas por la agricultura y otras actividades humanas. A pesar de la pérdida de hábitats naturales, este roedor ha encontrado un nicho favorable en los campos agrícolas, donde abunda su principal fuente de alimento: granos y semillas. La disponibilidad de refugios como madrigueras y vegetación remanente es crucial para su supervivencia.
Además, los investigadores describen que la capacidad del roedor para almacenar alimentos y su rápida movilidad contribuyen a la dispersión de semillas y la regeneración de la vegetación original. Aunque el ratón espinoso mexicano se beneficia de las áreas agrícolas, la perturbación ambiental sigue siendo perjudicial para la biodiversidad, afectando negativamente a las especies más especializadas.
El artículo completo que se publica en “Therya ixmana”, Volumen 4, Número 1, se puede leer en: