El día de ayer 01 de octubre, en una ceremonia sin precedentes en la historia de México, Claudia Sheinbaum Pardo asumió la Presidencia de la República, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar el cargo. En un emotivo discurso ante el Congreso, Sheinbaum destacó la importancia de las mujeres en la construcción del país, haciendo un homenaje no solo a las grandes heroínas nacionales, sino también a las mujeres invisibles que han luchado desde el anonimato.
“Hoy quiero reconocer no solo a las heroínas de la patria, a las que seguiremos exaltando, sino también a todas las heroínas anónimas, a las invisibles que con estas líneas hacemos visibles,” señaló la mandataria, en un claro reconocimiento de las contribuciones de todas aquellas mujeres que, a lo largo de la historia, han sido marginadas o silenciadas, pero cuyo esfuerzo ha sido fundamental para el progreso social.
Sheinbaum destacó que su llegada a la Presidencia representa la culminación de los sueños de muchas mujeres, tanto las que lograron sus metas como aquellas que, pese a no ver cumplidas sus aspiraciones, allanaron el camino para las generaciones futuras. Hizo mención especial de las mujeres indígenas, las trabajadoras del hogar, las bisabuelas que no pudieron aprender a leer y escribir, y las madres y abuelas que, desde sus roles, aportaron al bienestar de sus familias y comunidades.
Este acto no solo representa un hito político, sino también un símbolo de la transformación social que vive México. La toma de protesta de Claudia Sheinbaum refleja el avance de las luchas feministas y los movimientos sociales que han reivindicado los derechos de las mujeres a lo largo de las décadas.
Al concluir su discurso, Sheinbaum expresó una visión de futuro en la que las niñas y mujeres podrán realizar sus sueños sin que su sexo determine su destino. “Llegan ellas, todas ellas que nos pensaron libres y felices,” concluyó la presidenta, consolidando un mensaje de esperanza y de igualdad que resonó no solo en el Congreso, sino en todo el país.
Este histórico momento marca un antes y un después en la política mexicana, reafirmando el compromiso con la inclusión, la justicia social y la equidad de género.