Un día como hoy, pero de 1959, tuvo lugar el huracán 50 de la temporada México, un devastador ciclón tropical, que afectó la Costa del Pacifico en el país; durante el suceso 2 mil personas perdieron la vida.
Sus efectos lo convirtieron en uno de los huracanes más importantes de la década de los cincuenta debido a su mortalidad y daños por poner un ejemplo en las colinas de Minatitlán tuvo lugar un deslizamiento de tierra el 29 de octubre que dejo a su paso 800 fallecidos y otras 200 personas desaparecidas.
Adicional a esto el cambio dentro del entorno ecológico libero fauna nociva como serpientes y escorpiones que fueron responsables de la muerte de cientos de personas horas después.
El total de los daños hasta la actualidad se estima en al menos 280 millones de dólares, no es de extrañar ya que más de un cuarto de las casas en Cuautitlán, Jalisco resultaron destruidas, mientras que en Colima el daño alcanzó a un 40 por ciento de las viviendas.
Durante su reanálisis se llegó a la conclusión de que el huracán no fue categoría cinco como se planteó en un principio si no una categoría cuatro con vientos de 140 mph por hora.
Este tipo de tragedias resaltaron la importancia de que el Sistema Meteorológico Nacional este monitoreando de forma constante las tormentas para en el momento que se conviertan en un huracán se cuente con los recursos necesarios para evitar los daños.
Por ejemplo, para la temporada de huracanes este año se registró un aumentó mayor al 50 por ciento respecto a años pasados. Los pronósticos esperaban 30 a 41 ciclones distribuidas en depresiones, tormentas tropicales y huracanes, pero los números fueron mayores.
Para el océano pacifico, se previeron entre diez y quince ciclones, pero el dieseis de este mes ya se había alcanzado la primera cifra y la temporada aun no termina, lo cual evidencia la importancia de la prevención.
