En México durante el 2022 murieron diariamente 67 infantes, entre los cero y cinco años. Para finales de este año se habían registrado 24 mil 321 decesos en este rango de edad; de los cuales 10 mil 782 eran mujeres y 13 mil hombres.
Las estimaciones señalan que 112 de los infantes que perecieron pertenecían a una comunidad indígena, factor que refuerza el hecho de que la mortalidad en esta edad se ve relacionada con la falta de acceso a servicios básicos como agua potable o saneamiento.
Sin embargo, las comunidades rurales no son las únicas afectadas por este fenómeno, ya que tres de cada cuatro muertes se presentan en zonas urbanas casi un dos por ciento menos, que las mencionadas con anterioridad.
Cuando se habla de la mortalidad a nivel estatal a pesar de que Tlaxcala se encontró en los niveles más bajos del 2022, pues las 282 muertes ocurridas, solo representaron el 1.2 por ciento de las presentadas a nivel nacional. También se encontró entre los tres estados que registraron un mayor incremento del problema solo teniendo por detrás a Nayarit y siendo superado por Colima.
Los niveles de mortalidad infantil pueden verse de dos maneras, por un lado, comparando las cifras del 2022 con el año anterior se registró un aumento en el número de infantes fallecidos; pero cuando la cantidad se contrasta con lo registrado a inicio de los 2,000, el fenómeno ha disminuido de 46 mil 353 a 24 mil 321. El cambio suele atribuirse en una mayor medida al acceso a los servicios de salud.
En el mundo la mortalidad en niños menores de cinco años ocurre por causas que son prevenibles como neumonía, diarrea y complicaciones derivadas del parto y la desnutrición. Por lo que Asociaciones como Save the Children, promueven que cada 23 de octubre se conmemore el Día Mundial de Acción para la Supervivencia Infantil.