A pocos días de la temporada de Todos Santos y Día de Muertos, los campos del sur de Tlaxcala ya se llenan de manos trabajadoras que inician la cosecha de la icónica flor de cempasúchil. Esta planta, símbolo del misticismo y tradición mexicana, pinta de vibrante naranja las tierras, preparándose para honrar a quienes ya no están con nosotros.

Las familias campesinas dedican largas jornadas a cortar cuidadosamente cada flor, pues el cempasúchil no solo representa belleza sino también la guía espiritual en estas fechas. Sus pétalos, frescos y vivos, serán el alma de altares, panteones y ofrendas, dando luz y color a los caminos de regreso para los seres queridos que nos visitan.

La flor de cempasúchil, además de ser una joya de la naturaleza tlaxcalteca, es también un importante sustento para muchas familias de la región. Estos días, las carretillas y cestas rebosantes de cempasúchil colorean los caminos, mientras los productores preparan sus cultivos para abastecer mercados locales y comunidades a lo largo de México. El olor inconfundible de esta flor inunda el aire, evocando la memoria de los ancestros y el profundo respeto de los tlaxcaltecas por sus tradiciones.

Tlaxcala se convierte así en un escenario natural que invita a la reflexión y el recuerdo, donde el campo y la cultura se unen en cada cosecha.

Los Campos de Tlaxcala se tiñen de naranja: comienza la cosecha de flor de cempasúchil para día de muertos

A pocos días de la temporada de Todos Santos y Día de Muertos, los campos del sur de Tlaxcala ya se llenan de manos trabajadoras que inician la cosecha de la icónica flor de cempasúchil. Esta planta, símbolo del misticismo y tradición mexicana, pinta de vibrante naranja las tierras, preparándose para honrar a quienes ya no están con nosotros.

Las familias campesinas dedican largas jornadas a cortar cuidadosamente cada flor, pues el cempasúchil no solo representa belleza sino también la guía espiritual en estas fechas. Sus pétalos, frescos y vivos, serán el alma de altares, panteones y ofrendas, dando luz y color a los caminos de regreso para los seres queridos que nos visitan.

La flor de cempasúchil, además de ser una joya de la naturaleza tlaxcalteca, es también un importante sustento para muchas familias de la región. Estos días, las carretillas y cestas rebosantes de cempasúchil colorean los caminos, mientras los productores preparan sus cultivos para abastecer mercados locales y comunidades a lo largo de México. El olor inconfundible de esta flor inunda el aire, evocando la memoria de los ancestros y el profundo respeto de los tlaxcaltecas por sus tradiciones.

Tlaxcala se convierte así en un escenario natural que invita a la reflexión y el recuerdo, donde el campo y la cultura se unen en cada cosecha.

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