Hoy muchas personas sacarán el disfraz del armario, pero, ¿Sabes cómo llegó a México?; la tradición de disfrazarse comenzó a inicios del siglo XVI, ya que se creía que al disfrazarse se ahuyentaba a los malos espíritus.
Con el paso del tiempo esta tradición se fue heredando y extendiendo hasta llegar a territorio mexicano, por lo que anualmente cada 31 de octubre múltiples personas realizan algo para celebrar este día.
En un principio el Halloween habría surgido en los países de Irlanda, Escocia y Estate of Man, regiones donde estas fiestas se utilizaban para darle la bienvenida al invierno.
A esta fecha dentro de culturas como la Celta, se le conocía como el Samhain, marcando el fin de las cosechas convirtiéndolo en un momento de transición entre la vida y la muerte.
El sincretismo de esta celebración con la noche de los fieles difuntos se debe a que ambos, buscan esa conexión con el mundo de los muertos o esa conexión con el mundo paranormal.
Con el tiempo Halloween y las celebraciones relacionadas han dejado una huella importante dentro de los lugares donde se conmemora y sus expresiones como la música y el cine.
La transformación de este tipo de festividades llega al punto en que lo conocemos debido a la religión, aunque también dentro de este punto de vista existen personas que creen que el Halloween, está relacionada con un culto satánico y el diablo, pero en realidad no hay conexión directa entre estas ideas.
Su importancia en la actualidad no radica en su origen, si no en el hecho de permitir y respetar que chicos y grandes se disfracen para celebrar, pedir dulces y disfrutar de una noche divertida.