El templo erigido en la cabecera municipal de Yauhquemehcan fue construido durante el último tercio del siglo XVII, aquí, se le rinde devoción a uno de los primeros papas de la iglesia católica, San Dionisio, quien vivió en el siglo III y por el cual la Parroquia lleva su nombre.
Con un estilo barroco deja ver una fachada de cantera obscura, acompañada de una torta de dos cuerpos en donde se integra un estilo salomónico e inscripciones en Latín; mientras que en su interior aguarda, un retablo barroco estipite, dedicado San Dionisio patrono del lugar así como la pintura «De Ánimas».
Asimismo, la Parroquia cuenta con una pila de agua bendita esculpida por indígenas; además de que se considera como una de las mejores conjugaciones del tallado en madera y pinturas. De esta forma, la Parroquia de San Dionisio en Yauhquemehcan se alza como uno de los templos religiosos más emblemáticos de la entidad en donde cada nueve de octubre los pobladores se visten de fiesta para realizar la celebración del Santo Patrono.