Por: El Psicólogo Carlos
Imagina que vas a comprar fruta a la recaudería, encargas 1kg de manzana, te dicen que cuesta 50 pesos ya que es de las más frescas, sin embargo, aprovechando que no estás tan atento, mezclan las manzanas que quieres con otras que ya tienen una semana almacenadas, y en lugar de venderte 1kg te pesan 800 gramos, es muy probable que para esta hora ya te encuentres un tanto molesto/a por la manera en la que intentan verte la cara.
¿Me creerías si te digo que en servicios psicológicos muchas veces nos terminan dando gato por liebre? Y aquí, a diferencia del ejemplo de la recaudería, es decirnos que el servicio que están a punto de vendernos es completamente de alta calidad, y esto sucede porque es más complicado poder diferenciar entre un buen psicoterapeuta y alguien que únicamente quiere llevarse unos pesos a la bolsa, y aclaro que no es tu obligación saberlo.
Y pudiera entender que no es esto malintencionado, ya que en gran parte de nuestra educación, a veces no nos enseñan, cuál es la diferencia entre modelos que cuenten con sustento científico y los que no (así que tenemos que aprender por nuestra cuenta), algo que ya es un poquito más complejo, es que en nuestro código ético existe una cláusula marcada en la cual nos recomienda podamos utilizar los tratamientos que cuenten con el mayor número de investigaciones y resultados favorables posibles.
Para empezar, es importante entender que son las psicoterapias basadas en evidencia, y para no hacerla tan larga, nos referimos a aquellos modelos de intervención terapéutica que cuentan con el mayor respaldo científico, sumándole a esto la experiencia y formación del psicoterapeuta, y todo esto enfocado a los principales problemas psicológicos con los que vive la población (cada padecimiento tiene tratamientos o procedimientos específico que mejores resultados brinda)
Técnicamente eso no debería ser un problema, si decidimos dedicarnos a la psicoterapia, nuestro compromiso mínimo necesario es brindar servicios de máxima calidad, no para nada, estudiamos una carrera de cuatro años y medio más algún tipo de maestría, posgrados, diplomados y un sin fin de cursos en los que nunca dejamos de aprender.
Y de ahí que emerge la siguiente pregunta ¿Qué es más perjudicial? ir con un mal Psicoterapeuta o bien, ni siquiera recibir ningún tipo de atención en salud mental y puede que esto sea un tanto rudo y directo, pero la respuesta parece indicar que es peor ir con el mal terapeuta, y como quiero que esto no parezca o no suene como algo personal, imagina que tienes una computadora, misma que debido al tiempo contigo y el uso que le das, ha empezado a alentarse, piensas en que sería buen momento para llevarla al servicio (aunque sigue funcionando), entonces buscas entre varios técnicos y decides por el que te cobra más barato si asegurarte si es bueno, el resultado, después del servicio tu computadora empieza funcionar más lento y de pronto se apaga y no vuelve a prender, decides regresar con el técnico a reclamar garantía y te dice que como ya estaba viejita, seguro algo ya estaba dañada y que tendrás que comprar otra, estoy muy seguro de que tal vez esto te haya pasado con algún producto o servicio, o bien conoces a alguien que ya le sucedió.
Pero esto no es accidental, desgraciadamente existe mucha facilidad para abrir espacios de psicoterapia o bien de “acompañamiento psicológico” (para no decir que es psicoterapia porque no tienen los conocimientos o las credenciales y así intentan minimizar los riesgos), y como no existe una regulación ni supervisión tan exhaustiva, se puede pasar desapercibido en el mercado del bienestar psicológico, eso sin contar todos los charlatanes que ni psicólogos son y le andan jugando al sanador emocional, pero eso será… para otra columna.
Y el hecho de abrir centros de atención psicológica sin todo el conocimiento, formación y experiencia, facilita que tengamos que recurrir a pseudoterapias o pseudo explicaciones detrás de la narrativa de que todo suma y todo aporta, o bien que todas las personas somos diferentes y que no a todos nos funciona lo mismo, y en esa parte hay mucha verdad, sin embargo, el hecho de que seamos diferentes nos orilla a especializarnos en ciertos tipos de problemas, y no mezclar todo a ver qué fue lo que funcionó, porque en el camino tenemos vidas, y hacer malas intervenciones nos pueden costar las mismas.
No es mi intención que nadie se sienta aludido/a con estas líneas, el mensaje es de reflexión, si eres usuario (y aunque no sea tu obligación) cerciórate de que la persona con la que quieras tomar psicoterapia cuente con sus credenciales, así como que trabaje con modelos científica y empíricamente validados, si tienes duda de cuáles cuentan con ello me puedes mandar un mensaje y con gusto te ayudo; Ahora si eres Psicólogo, investiga cuáles son los modelos con los que puedes trabajar, aquí inicia lo complejo (de inicio) porque seguramente te darás cuenta que lo que aprendiste en la universidad se queda un tanto corto a la hora de las intervenciones, sin embargo, esa puede ser una excelente oportunidad para reinventarte y adquirir nuevos saberes y habilidades, yo sé que es fácil sumar conocimiento, y tal vez algo doloroso eliminar aquello que en algún momento creímos útil, solo recuerda que todo lo que le inviertas a tu formación te hará más competente y por tanto, podrás ayudar de mejor manera, de nada sirve un reloj que no da la hora (por lo menos para lo que fue hecho).
Espero esta columna te haya sido de ayuda, nos saludamos la siguiente semana y recuerda, puedo estar equivocado.